El PNV dice estar "harto" por los obstáculos que EA pone a la coalición electoral

El PNV y EA se han enfrascado en una nueva polémica antes de firmar el pacto de coalición que alcanzaron finalmente en enero para presentarse unidos a las elecciones municipales y forales de mayo. El PNV reaccionó ayer con dureza y negó sin paliativos la acusación de haber dado "marcha atrás" en una de las condiciones del acuerdo -la formación de grupos propios en las instituciones- que formuló Begoña Errazti el sábado, al finalizar la asamblea nacional de EA sobre este tema.

"Estamos perplejos, sorprendidos por esta reacción, realmente indignados y hartos", declaró a este periódico el presidente de la ejecutiva regional de Guipúzcoa (GBB),Juan Maria Juaristi. En la misma línea se mostró la secretaria de la dirección nacional (EBB) , Begoña Ariztondo al denunciar los continuos "obstáculos" que se ponen para no rubricar el acuerdo. La presidenta de EA, Begoña Errazti, reiteró sus acusaciones contra el PNV pero mostró mayor cautela al señalar que su partido está interesado en que haya un acuerdo de coalición, "porque es importante y positivo para la sociedad".Según el presidente de la regional guipuzcoana, la acusación contra el PNV formulada por el partido de Errazti es una nueva "excusa", "la guinda" al proceso de obstáculos que, a su juicio, ha caracterizado la estrategia de EA a partir del 29 de enero. "Primero estuvieron en contra del acuerdo varias juntas municipales; después otros ayuntamientos pactados querían salirse de la coalición y, ahora, esta nueva excusa", recordó Juaristi, quien se mostró convencido de que "EA tiene tomada la decisión de no ir en coalición y de echar la culpa al PNV".

Sin llegar tan lejos, aunque también en tono indignado, la secretaria del EBB, Josune Ariztondo, que negó todas las acusaciones contra su partido lanzadas desde EA. Recordó cómo esta formación había desplegado abundantes declaraciones críticas días después de haber alcanzado el preacuerdo de enero y se preguntó si no existe, una vez más, voluntad de "obstaculizarlo".

Ha transcurrido un mes desde que las dos formaciones nacionalistas, bajo la presión del lehendakari Ibarretxe, acordaron ir a las urnas en coalición, pero este tiempo no les ha permitido aproximar posturas en los aspectos divergentes que quedaron pendientes. Además de las resistencias de EA en determinados municipios, fundamentalmente vizcaínos, para formalizar las listas conjuntas, ahora las diferencias han surgido en cómo garantizar que cada partido tenga su grupo independiente en las juntas generales, lo que asegurará a EA voz propia en unas instituciones donde de otro modo no alcanzaría la representación suficiente.

Triquiñuela legal

En anteriores experiencias, PNV y EA habían solventado este problema concurriendo en alguna circunscripcíón bajo la sigla Eusko Abertzaleak, propiedad del PNV y avalada por la Junta Electoral, lo que les permitía justificar reglamentariamente que se trataba de diferentes coaliciones con derecho a distintos grupos. Para las próximas municipales el PNV da una vuelta de tuerca y ha planteado a EA mantener la coalición pero con las siglas reales, PNV-EA, sin necesidad de recurrir a la triquiñuela legal utilizada hasta ahora. Desde el partido de Arzalluz se alega que la nueva Ley de Partidos va a dificultar el recurso a la utilización de diferentes siglas por una misma formación. Y aseguran que, en la situación actual, "no está el horno para bollos" como para desafiar a una ley que "puede considerar fraude de ley y poner dificultades a una fórmula válida hasta ahora".

En Eusko Alkartasuna consideran que esta actitud es fruto de la "prepotencia" del PNV y aseguran que no existe la dificultad que se alega, como lo confirman informes jurídicos encargados al respecto a expertos electorales. "El PNV se quiere aprovechar de la Ley de Partidos", aseguran desde EA. Y se muestran convencidos de que , más que un problema legal, se trata de una cuestión de "voluntad política". A esta conclusión llegó el sábado la asamblea de EA.