Las petroleras se lo llevan crudo

El ambiente prebélico que se vive desde que en noviembre pasado los inspectores de la ONU volvieron a Irak ha disparado el precio del petróleo y, de paso, los resultados de las petroleras. Todas ellas vieron incrementarse sus beneficios durante el último trimestre del año en porcentajes que van desde el 242,8% de la española YPF-Repsol, al 157% de la Royal Dutch Shell, el 49% de British Petroleum o el 100% de Exxon Mobil.

Los inversores, sin embargo, han respondido a ese fuerte aumento de los resultados con más cautela, y la Bolsa no ha reflejado el estallido de las ganancias en los últimos meses. La rentabilidad bursátil de las petroleras, de hecho, sólo ha avanzado en torno al 8% en los últimos meses, mientras que el precio del crudo se ha incrementado en más de un 40%.

Según los analistas, existe cierta inquietud entre los inversores ante el momento de transformación que vive el sector. Añaden que la cotización está ya alta porque las petroleras han sido utilizadas en los últimos años como valor refugio y dicen, por último, que, cuando se rebaje la tensión bélica, el precio del petróleo volverá a la normalidad, es decir, a un precio medio para este año que no supere los 25 dólares por barril.

Tampoco los beneficios del último trimestre han ocultado los malos resultados de un año difícil para casi todas las compañías. De entre las grandes, sólo algunas como Repsol han presentado unas cuentas para el año pasado mejores a las de 2001, y ello gracias a la venta de activos por parte de la española, como participaciones en Gas Natural o CLH.

El aumento en el precio del crudo sí ha compensado los desastrosos resultados de las compañías en refino.