El 'tren bala' sale de Japón
La crisis económica impulsa la exportación del Shinkansen por primera vez en 40 años
La crisis económica que vive Japón desde hace un decenio ha unido a seis grandes grupos empresariales del país para exportar el sistema ferroviario Shinkansen, mejor conocido como tren bala, por primera vez en 40 años. Hace unas semanas, el consorcio formado por Kawasaki, Mitsubishi, Toshiba, Mitsui, Marubeni y Sumitomo, firmó un acuerdo para construir el tren bala en Taiwan, que cubrirá la línea Taipei-Kaohsiung (unos 345 kilómetros), en una hora y media y se inaugurará en octubre de 2005. El proyecto requerirá una inversión de unos 12.000 millones de euros y las compañías de Japón que participen prevén embolsarse más de la mitad de esa cifra.
Las empresas japonesas nunca han contado con respaldo político para competir en el negocio de trenes de alta velocidad fuera de Japón. Hace unos 10 años, compañías japonesas intentaron competir con las de Francia y Alemania en la licitación para el tren de alta velocidad de Corea del Sur. Fuentes del actual Gobierno recuerdan que entonces "ningún político japonés de alto rango respaldó a las empresas del país en esta carrera, mientras que la ex primera ministra de Francia Edith Cresson visitó Seúl e insistió en que se utilizara la tecnología de su país". La empresa francesa Alstom ganó el contrato. En el caso de Taiwan, el Gobierno japonés se movió para que el contrato fuera para las empresas de su país. Altos cargos del Partido Democrático Liberal (PDL) -en el poder desde 1955-, visitaron Taiwan para asegurarse de que el entonces presidente Lee Teng-hui favoreciese la adopción del Shinkansen.
Mercado chino
Ahora, el consorcio de empresas japonesas y el Gobierno están decididos a obtener la concesión para el tren de alta velocidad que unirá Pekín con Shanghai, un proyecto de 1.300 kilómetros y por el que las empresas que participen podrán facturar más de 10.000 millones de euros. Aquí, las compañías de Japón competirán duramente con las alemanas. El Ministerio de Ferrocarriles chino, según fuentes japonesas, respalda la implantación del tren bala. A pesar de ello, el primer ministro, Zhu Rongji, está a favor de la introducción del sistema Maglev (tren de propulsión magnética) alemán, similar al que ya opera en Shanghai desde el año pasado. La decisión final se conocerá este año y entre miembros del Ejecutivo japonés se espera que cuando Zhu deje el Gobierno para mediados de este mes, el que se prevé que será el nuevo primer ministro, Wen Jiabao, se decante por el tren bala.
El consorcio ferroviario japonés también pretende competir en Europa. El tren bala, según un portavoz del consorcio, puede competir con los modelos europeos y, en algunos casos, en mejores condiciones. El Shinkansen utiliza un método de dispersión, con un motor en cada coche, mientras que el TGV francés y otros europeos emplean la concentración de potencia, según el cual la locomotora tira del tren.
El sistema del tren bala es inferior en términos de velocidad máxima, pero tiene mejor aceleración cuando se necesita un tren que responda a un recorrido de muchas estaciones en un recorrido corto (en Taiwan se proyectaron 11 estaciones entre tramos de 30 kilómetros). El único rival que Japón reconoce para su tren bala es justamente el modelo de Siemens para el AVE S103 para el recorrido Madrid-Barcelona, que también incorpora un sistema de tracción distribuida en todos los coches.
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