Mikel Otegi llevaba las llaves de una treintena de casas para cobijar a etarras recién llegados a Francia
Mikel Otegi Unanue, uno de los supuestos encargados de esconder en Francia a los etarras de nuevo cuño, llevaba en el momento de su detención, el pasado día 22, los juegos de llaves de una treintena de viviendas, según han informado fuentes de la lucha antiterrorista. Los investigadores tratan ahora de averiguar el paradero de cada una de esas casas, a sabiendas de que en muchas de ellas se alojan en la actualidad etarras sin fichar, algunos de los cuales habrían recibido en ellas un curso de fin de semana de instrucción terrorista.
Otegi, que escapó a Francia tras matar a dos ertzainas y obtener un veredicto de no culpable por un jurado popular, había asumido desde hacía casi dos años el encargo de gestionar la red de pisos de acogida, siguiendo órdenes de los responsables militares de ETA. Las viviendas, generalmente alquiladas con documentación falsa a nombre de ciudadanos franceses, se encuentran dispersas por el sur de Francia y, según las hipótesis policiales, podrían albergar en la actualidad a algo más de medio centenar de supuestos terroristas.
Poco tiempo antes de su captura, Otegi logró eludir una vigilancia policial e incluso llegó a hacer una llamada para alertar a un grupo de etarras. "Hay una fuga de gas, saca a todo el mundo afuera", dijo por teléfono a sus interlocutores, a los que despertó de madrugada. Y así lo hicieron, pero agentes franceses ya los estaban esperando en el exterior. Los investigadores sospechan que muchos de los alojados en esa treintena de viviendas ya habrán puesto pies en polvorosa, por lo que en las próximas fechas se espera una cascada de descubrimientos de viviendas de reserva vacías, una vez que los dueños no cobren el alquiler y lo comuniquen a la Gendarmería.
Otegi, de 30 años, y su compañera en el equipo de acogida, Aloña Muñoa Ordozgoiti, de 26, fueron encarcelados en la noche del miércoles por orden de la juez de instrucción antiterrorista francesa Laurence Levert. Los dos han sido enviados a prisión bajo las acusaciones de "asociación de malhechores en relación con una organización terrorista", así como por receptación de robo en banda organizada, uso de matrículas falsas, posesión ilegal de armas y falsedad en documento administrativo.
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