La avería de un cable provoca un apagón en la UVA de Hortaleza

Más de un centenar de familias del barrio de la UVA, en el distrito de Hortaleza, permanecieron ayer sin suministro eléctrico desde las seis de la tarde por la avería de un cable de baja tensión que comenzó a emitir chispazos y que posteriormente se quemó, según informó Unión Fenosa, la compañía suministradora. A otro centenar de viviendas les fue restablecido el servicio dos horas después de que se produjera el incidente.

La avería afectó a las calles de Abertura, Abegondo y Abarzusa, según Unión Fenosa, y también a la calle de Abisanda, según los vecinos. En total 230 familias afectadas. En el lugar fue necesaria la presencia de dos dotaciones de los bomberos municipales. Varios técnicos de la compañía también acudieron al barrio para tratar de restablecer el servicio. No obstante, al cierre de esta edición continuaban sin luz unas 80 viviendas, según Unión Fenosa.

Desde Unión Fenosa se explicó ayer que los técnicos no detectaron "ninguna causa" que justificara la avería y que eso será motivo de investigación.

La presidenta de la asociación de vecinos de la UVA de Hortaleza, Lili San Andrés Vega, aseguró que entre los residentes de este barrio, que desde hace años espera su completa rehabilitación, reinaba el desconcierto y la rabia. "El problema de fondo es que aquí hay una situación muy crítica. Las instalaciones son de hace más de 40 años y siempre tenemos problemas. Los electrodomésticos se estropean, casi siempre entre la gente mayor y aunque Unión Fenosa se los lleva para arreglarlos se vuelven a estropear", afirmó la portavoz vecinal. Y añadió: "Las luces de los pasillos de los bloques no funcionan y los vecinos tienen que andar a tientas", agregó.

Debido a este incidente, los vecinos de los números 26 y 27 de la calle de Abizanda (los dos inmuebles por los que discurría el cable afectado), fueron desalojados durante una hora escasa de sus domicilios. La zona donde se produjo la avería que ocasionó el apagón fue acordonada. Varios vecinos se acercaron hasta allí para interesarse por la situación, pero la mayoría tuvo que conformarse con una buena dosis de paciencia. "Es que son muchos bloques afectados. Además, en esta época de invierno es más difícil de soportar. Y hay gente mayor que está enferma o necesita estar enchufada a una máquina", se quejó San Andrés.