El Málaga apela al espíritu de Leeds frente al AEK
La Copa de la UEFA ha rejuvenecido a Joaquín Peiró (Madrid, 1936). Para quien como jugador ganase en el decenio de los 60 una Copa de Europa y otra Intercontinental con el Inter de Helenio Herrera y Luis Suárez y una Recopa con el Atlético, formando un ala izquierda infernal con Enrique Collar, supone haber vuelto a la excitante vorágine internacional. Un terreno que como entrenador no había pisado hasta ahora porque, salvo en una fugaz etapa en el Atlético -sin margen para respirar, se convirtió en la enésima víctima de Jesús Gil-, nunca ha dirigido a los equipos de la élite. Pero el Málaga le ha dado esa oportunidad y, entusiasta, se niega a que la aventura concluya hoy (19.00, Canal Sur), en Atenas, por mucho que aprieten el AEK y sus apasionados hinchas y por mucho que el 0-0 de La Rosaleda le obliguen a marcar para enfrentarse luego al Hertha de Berlín o al Boavista.
"Algunos dicen que ya es un triunfo haber llegado hasta aquí [a costa del Zeljecnicar, el Amica y el Leeds tras superar al Villarreal en la clasificatoria Copa Intertoto, en agosto]. ¿Por qué tenemos que darnos por eliminados? Somos conscientes de las dificultades. El AEK procede de la Liga de Campeones y fue apeado de ella sin una sola derrota [empató los seis partidos contra el Madrid, el Roma y el Genk] y el ambiente en su estadio va a ser muy fuerte. Pero nosotros también tenemos calidad y personalidad. Y debemos demostrarlo".
Peiró lo ve claro. Su sueño es reeditar la noche inglesa de Leeds, cuando el Málaga se presentó también con una igualada sin goles en Elland Road y venció por 1-2. "Necesitamos", alienta a los suyos, "la misma entrega de entonces, la misma actitud, el mismo espíritu". De esa manera, sí, el rival tendrá delante un duro escollo. "El AEK es más vivo y habilidoso que el Leeds, cuyo juego es... rústico", reflexiona, "y la semana pasada estuvo a punto de ganarnos al final. Antes, sin embargo, pudimos haber decidido". Su único temor parece reducirse, pues, al talante de sus propios jugadores, entre los que no cuenta con el sancionado Darío Silva: "Deben olvidarse de todo lo que no sea el balón y el contrario. Y han de buscar el gol. Cerrarse sería un suicidio". Y a dos de los adversarios: "Tsartas, con sus golpes francos, y Nikolaidis, rápido y con clase". Ambos jugadores griegos han regresado a la disciplina del equipo tras haberse marchado temporalmente alegando que no cobraban. El primer accionista del club, Makis Psomiadis, está encarcelado por publicar un documento falso en un periódico de su propiedad.
AEK: Chiotis; Borbokis, Kreek, Kostenoglou, Wright, Georgatos; Lakis, Kassapis, Maladenis; Tsartas; y Nikolaidis.
Málaga: Contreras; Rojas, Sanz, Roteta, Valcarce; Manu, Gerardo, Romero, Musampa; Sandro; y Dely Valdés.
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