El jurado halla culpable a la mujer que tiró a su bebé pero pide su indulto
El juicio a la mujer que arrojó a su hijo a un contenedor de basura quedó ayer visto para sentencia. Un jurado popular declaró ayer, por unanimidad, culpable a María Elvia S.G., ecuatoriana que dio a luz el 3 de febrero de 2002 a un varón en su domicilio, de arrojar al bebé a un contenedor de la localidad de Alcobendas tras meterlo previamente en una bolsa de basura.
El jurado, compuesto por cinco mujeres y seis hombres, estimó también, aunque por mayoría, que concurre la eximente incompleta de trastorno mental transitorio, lo que le limitó "muy severamente", aunque no anuló, sus facultades intelectivas y volitivas. De cualquier forma, el jurado se mostró desfavorable a que se le apliquen los beneficios de la remisión condicional de la condena, pero favorable a que el tribunal proponga el indulto de la pena que se imponga a la acusada.
Tras hacerse público el veredicto ayer por la tarde, la fiscal rebajó su petición de 15 años de cárcel a 12 años de prisión por un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco, la atenuante de confesión y la eximente incompleta de trastorno, mientras que la defensa reclamó para María Elvia dos años y seis meses de prisión.
Relación clandestina
"Queda probado que no hubo dolo directo, sino eventual, o lo que es lo mismo, que Elvia no tuvo nunca la intención de matar a su hijo", explicó ayer José Casamayor, letrado que, junto a María Luz Bleda, defienden a la mujer.
El jurado consideró demostrado que sobre las 8.45 del 3 de febrero de 2002, la acusada, tras un embarazo fruto de una relación que mantenía en la clandestinidad y que en todo momento ocultó a las personas con las que compartía un piso dio a luz un niño en la cocina de su vivienda, situada en la localidad madrileña de Alcobendas.
Además, el jurado estimó probado que la acusada introdujo al niño -que nació vivo- en una bolsa de basura, salió a la calle y lo arrojó en un contenedor metálico de recogida de basuras para reciclaje, "a sabiendas de que ello entrañaba un peligro concreto muy elevado para la vida del recién nacido", por lo que falleció por asfixia.
Media hora después bajó a la calle e intentó recuperar el bebé, pero no lo consiguió porque el contenedor sólo podía abrirse por su base. Según declaró probado el jurado, ninguna de las personas que se hallaban en el piso la ayudó en su intento, a pesar de que la mujer solicitó la colaboración de alguno de ellos.
Sobre las once de la noche del mismo día, la acusada acudió voluntariamente a un ambulatorio situado en San Sebastián de los Reyes y explicó que había dado a luz un niño y lo había arrojado a un contenedor de basura, indicando el lugar en el que se encontraba, por lo que la policía halló al bebé a los pocos instantes de conocer el hecho.
