Dueñas destroza al Tau
La majestuosa actuación del pívot del Barça rompió la resistencia de los vitorianos en la prórroga
La Copa de Valencia fue la Copa de Dueñas, que impuso un mando sobre la final como no se recuerda. El partido le perteneció porque su quehacer devastó al Tau, un equipo que, como no podía ser de otra manera, vendió cara su piel. Llegó a forzar la prórroga, lo cual ya de por sí tiene mérito, más aún después de haber cedido desventajas de 15 puntos y de irse al descanso 10 abajo. Pero por encima de contingencias y vaivenes en el marcador estuvo Dueñas, que anotó 18 puntos, capturó 17 rebotes, nada menos que 11 en ataque, y que recibió siete faltas. Pocas veces se había visto un pívot, un autentico cinco, tan dominador. Desde luego, en el buen estado de forma en que se encuentra, olvidados por primera vez sus problemas crónicos de espalda, no se adivina quién puede ser capaz de contrarrestarle en el baloncesto español.
TAU CERÁMICA 78 - BARCELONA 84
Tau: Bennett (18), Foirest (7), Nocioni (10), Gadou (11), Scola (14) -equipo inicial-; Sims (0), Palladino (2), Calderón (10), Sergi Vidal (6) y Hernández (0). Barcelona: Nacho Rodríguez (5), Navarro (11), Bodiroga (10), Fucka (16), Dueñas (18) -equipo inicial-; De la Fuente (7), Jasikevicius (17), Femerling (0) y Alzamora (0). Árbitros: Betancor, Martín B. y Requena. Eliminados por faltas personales: Palladino (m.38), Nocioni (m.39), Scola (m.39) y Dueñas (m.39). Pabellón Font de Sant Lluís. 8.500 espectadores.
En el centro del foco, Dueñas oscurece todo lo demás. Su abrumador dominio provocó un doble efecto sobre el partido: propulsó a su equipo y desalentó al Tau, tan coriáceo en su defensa como siempre pero por momentos impotente ante la tarea que le planteaba el gigante azulgrana. Puesta la pelota en manos de Dueñas o en su corto pero conocido radio de acción, bajo el aro o un metro a la redonda, no más, los jugadores del Barcelona podían dar su misión por cumplida. Tan devastadora fue la presencia de Dueñas que enmendó un buen puñado de tiros errados de sus compañeros a base de capturar rebotes de ataque. A su tarea contribuyeron Fucka y Femerling y el Barça dio algunos estirones tremendos (8-23 o 24-34).
Sucedió que cuando Dueñas se sentaba en el banco, el Tau desguazaba el juego interior del Barcelona. Y además, Ivanovic cambió sus planes y decidió sacrificar por momentos a Scola, que no entró ayer en el partido y que concluyó con una desastrosa estadística: 6 canastas en 21 lanzamientos además de cuatro fallos en seis tiros libres.
Eligió el entrenador montenegrino un equipo mucho más bajo y prácticamente con un pívot. Y ese fue Gadou. La apuesta era arriesgada, un tanto desesperada. El francés se había cargado muy rápido con tres faltas. Pero curiosamente, este jugador fichado temporalmente como uno de los últimos recambios para el lesionado Griffith y Scola, se ha convertido en el mejor asidero del Tau en Valencia. Gadou impuso su reprise ante Fucka, cuya mayor altura no le servía de gran cosa ante las entradas en velocidad del pívot del Tau. Y además el Tau empezó a centrifugar el juego. Calderón le dio aire y Bennett movió con rapidez la manija. Y sobre todo, sin Dueñas en la zona, los caminos hacia el aro del Barcelona quedaban expeditos.
El Barcelona pasó por malos momentos porque Bodiroga fallaba como no suele. Su serie de lanzamientos resultó desastrosa: tres canastas en 14 intentos. Una miseria para un tipo al que sabe encomendarse su equipo, máxime cuando está contra las cuerdas. El Tau se pasó la segunda parte rascando. Con Palladino primero y Foirest después, encontró buenas respuestas defensivas a las sutiles acciones de Bodiroga. Llegó a situarse incluso por delante (58-57). Pero el Barcelona no dio un paso atrás en el cerrado pulso que es estableció en los compases finales. Calderón y Bennett empujaron a su equipo que, con una canasta de Scola (69-69) y a base de machacarse en el rebote ofensivo rebajó la abismal diferencia de hasta 12 capturas que en el cómputo global le sacaba el Barcelona tras el tercer cuarto. Así consiguió forzar la prórroga el Tau. Bennett, por momentos, dio la impresión de que podía repetir el apabullante recital de triples con el decidió este mismo enfrentamiento en la pasada edición de la Copa. Al final, entre Navarro y De la Fuente lograron reducir los daños que causó a su equipo.
El Barcelona, además de Dueñas, encontró en el último tramo y especialmente en la prórroga, un jugador que resolvió por su cuenta y riesgo. Fue Jasikevicius. En este sentido el Barcelona es un equipo excepcionalmente surtido: si no decide Bodiroga, lo hace Navarro, si no Jasikevicius, un tipo al que le va marcha, al que le encanta lanzar en los momentos más difíciles y que ayer estuvo certero. Eso, además de Dueñas por supuesto, que siguió capturando rebotes en ataque que, en esos compases finales, valían su peso en oro.
El Tau sufrió los efectos del descomunal esfuerzo defensivo. Ni Bennett ni Foirest lograban posiciones de tiro, y algunos de los últimos balones se los jugaron en difíciles condiciones Nocioni y Scola. Todos los ingredientes estaban cocinados (74-79) para la victoria del Barcelona, que remató con cinco puntos de Jasikevicius en los dos últimos minutos. La final le pertenecía al Barça, que puso fin al reinado del Tau, ganador de la Copa y de la Liga la pasada temporada. Lo mejor de la final de ayer es que augura emociones fuertes para la batalla liguera que se avecina.
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