Nestlé suelta lastre con la venta de Avidesa
La operación se enmarca en la estrategia del grupo de optimizar sus recursos
La innovación, la máxima optimización de sus recursos y la apuesta por la fabricación de productos de elevado valor añadido constituyen algunas de las señas de identidad de la multinacional suiza Nestlé en España. Esta estrategia del grupo ha supuesto en el pasado la aplicación de reajustes internos, tanto para la salida de un sector que en un determinado momento no se consideraba estratégico, como para la venta de una fábrica que no aporta nada a los objetivos de la empresa. Quitar lastre cuando ha sido necesario fue una medida para las que a los responsables de Nestlé nunca les tembló la mano, siempre con un estricto respeto a los derechos de los trabajadores.
Nestlé es uno de los principales grupos alimentarios de España, donde inició su actividad el año 1905 con su primera fábrica en La Penilla en Cantabria, con una facturación hoy de 1.664 millones de euros, 13 fábricas distribuidas por todo el país y una plantilla de casi 7.000 trabajadores. El grupo opera fundamentalmente en los sectores de leches en polvo, condensadas, dietéticas e infantiles, cacao, chocolates, tarritos y zumos infantiles, café, helados, platos preparados, cereales de desayuno, ultracongelados, culinarios, queso de oveja y salsa de tomate, tanto para el mercado interior como para la exportación. En 2001, el 17% de las ventas se exportaron a casi un centenar de países, lo que significa la alta competitividad de sus productos.
Con la transferencia de Avidesa deja una fábrica obsoleta con unos 350 empleados, pero mantiene su fuerza en el sector de los helados
En los últimos años abandonó la actividad cárnica, leche líquida y queso fundido para centrarse en productos de más valor añadido
Junto a la máxima optimización de sus activos industriales, la innovación es uno de los elementos clave de la actividad del grupo que se tradujo en 2001 con el lanzamiento al mercado de 75 nuevos productos.
Ajuste industrial
En el marco de esta política, en los últimos años el grupo Nestlé ha llevado una estrategia de concentración industrial que ha supuesto la venta o transferencia de numerosos activos.
En 1993, Nestlé vendió el 100% de Alimentos Refrigerados que comercializaba la marca El Acueducto por considerar que los productos cárnicos no constituían en aquel momento un sector estratégico para el grupo. En 1998, Nestlé vendió a Granjas Castelló su participación en la empresa Lecherías del Noroeste, en León, dedicada a la producción de leche líquida.
En el sector de los quesos, la multinacional se ha despedido en los últimos años de esta actividad. En esta línea, vendió al grupo Besnier su frábrica en Villaba, en Lugo, donde elaboraba el queso de bola, y en 1999 repitió la operación con la venta de la fábrica de Villaviciosa en Asturias a Corporación Alimentaria Peñasanta. Con estas operaciones, el grupo dio por liquidada su presencia en el mercado del tipo de queso fundido por estimar que el mismo no entraba en la estrategia del grupo. Sin embargo, en este sector se mantiene como una especie de marca emblemática la marca de queso curado de oveja Flor de Esgueva. Hay grupos interesados en su compra, pero Nestlé lo mantiene como una excepción.
En 2000, en la misma estrategia de reajuste de actividades, Nestle vendió sus instalaciones en Miajadas, Badajoz, para recepción y recogida de tomate para mantener solamente la fabricación de salsa de tomate con mayor valor añadido.
Finalmente, en este proceso de reajuste destaca el reciente acuerdo por el que Nestlé transfiere al director de Avidesa, Guillermo Lamsfus, la fábrica de Alzira en Valencia que había sido adquirida por la multinacional al BBV en 1994, junto con Miko y Castillo de Marcilla. Con la venta de la fábrica de Avidesa, de la que no se ha indicado un precio, Nestlé se deja en el camino una vieja inversión, pero también una planta obsoleta, y transfiere a los nuevos propietarios unos 350 trabajadores. Para Nestlé, la venta de Avidesa supone un paso más en su línea de eliminar un centro que no aportaba nada especial a su política en el sector de los helados. Tras esta operación, Nestlé mantiene su estrategia de grupo líder, ahora con la posibilidad de lograr una mayor eficiencia productiva en menos centros.
Del camino recorrido en estos años por la multinacional en España se pone de manifiesto su huida del mundo de la leche líquida, donde está demostrada su escasa estabilidad y su apuesta por leches en polvo o condensadas, mientras se mantiene en un segundo lugar en yogures con un 7%, frente al 52% de Danone.
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