El G-7 analiza el débil crecimiento mundial y los riesgos de la guerra
Francia prevé la posibilidad de reunir al G-8 si se desata el conflicto
Los ministros de Finanzas y banqueros centrales de los siete países más ricos del mundo, agrupados en el G-7, además de Rusia, iniciaron anoche una reunión en París dedicada principalmente al anémico crecimiento de la economía mundial, en la que será inevitable el análisis de los riesgos de un empeoramiento de la situación en caso de guerra, aunque la crisis de Irak no es el objetivo primordial de la convocatoria. Francia prevé la posibilidad de una reunión del G-8 si se produce el conflicto bélico.
Junto a los responsables de los siete países más poderosos, Rusia se unió asimismo a la reunión, configurándose así el G-8, que viene siendo habitual en los últimos años.
Las primeras finalidades de esta reunión, que continuará hoy, son las de "efectuar un diagnóstico" de la economía mundial y "verificar cuáles son las capacidades de lograr una reactivación", según informaron fuentes próximas a los organizadores de la sesión que encabeza Francis Mer, ministro de Economía de Francia, puesto que este país preside durante este año el G-7, el club del que también forman parte Alemania, Canadá, Estados Unidos, Italia, Japón y Reino Unido.
Fuentes francesas admitieron que su país desea, además, "hacer frente a toda eventualidad, incluidas las consecuencias de un conflicto bélico", para lo cual no se descarta la convocatoria de una nueva reunión específica. No está previsto que este fin de semana se dedique a la discusión de un plan de medidas para anticipar las consecuencias de una guerra, aunque no hay duda de que se abordarán los escenarios posibles en caso de que la situación económica se degrade.
"El conflicto de Irak no se ha producido. No puede esperarse un plan para hacer frente a la guerra, pero se discutirá qué pasa con el petróleo y con los intercambios comerciales", añadieron las mismas fuentes. Los ministros intentarán "encontrar los medios de prevenir las situaciones más peligrosas". Antes de la sesión propiamente dicha, el ministro francés de Economía, Francis Mer, almorzó con su colega estadounidense, John Snow -quien asiste por primera vez desde su nombramiento a este tipo de reunión-, y recibió también a Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal estadounidense.
Tanto el ministro estadounidense como el británico, Gordon Brown, coincidieron, antes de la reunión, en que lo más importante es enfocar la sesión del G-7 sobre el crecimiento económico. "Nosotros somos como los centinelas, y en conjunto representamos, en cierto modo, cerca de la mitad de la economía mundial", comentó por su parte el francés Francis Mer, antes de la reunión formal.
Invertir la tendencia negativa de la crisis sin descubrir demasiado las cartas es la intención de los ministros de Economía, que aparcarán las divergencias políticas de sus respectivos Ejecutivos con respecto a la estrategia necesaria para obtener el desarme de Irak.
Precio del petróleo
Al nerviosismo de los mercados, que intentan anticipar los riesgos, y al aplazamiento de los proyectos de inversión por parte de los empresarios se une la carrera de los precios del petróleo, agravando las presiones inflacionistas. Éste es el marco en que se celebra la reunión del G-8 en París, además de las tensiones políticas, nada desdeñables, que enfrentan actualmente a Francia y Estados Unidos sobre la necesidad o no de desencadenar la guerra contra Irak.
La información disponible anoche sobre el curso de las reuniones era escasa. Los expertos apuntan que esa tendencia se mantendrá hoy, en caso de que la reunión entre de lleno en un ejercicio arriesgado de previsiones, para evaluar los márgenes de maniobra de cada uno en términos de política monetaria y presupuestaria.
El martes pasado, el ministro japonés de Finanzas, que quiere plantear ante todo la crisis que sufre su país y que amenaza a Alemania, explicaba que los países del G-7 no deben discutir demasiado sobre la cuestión iraquí, porque cada participante tiene su propia visión sobre la forma de arreglar las cosas.
Iberia reduce vuelos por la crisis
La compañía aérea Iberia ha decidido reducir un 4% las plazas ofrecidas por kilómetro recorrido para los mercados nacional y europeo durante el próximo mes de marzo, ante la incertidumbre generada por la crisis internacional con Irak. En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), también señala el aplazamiento de la recepción de tres aviones Airbus A320 prevista para esta primavera, una posibilidad que ya estaba incluida en los contratos firmados entre ambas compañías.
Fuentes de Iberia explicaron que la reducción de capacidad para ajustar la oferta a la demanda de la aerolínea ya se hizo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Se trata de medidas "de precaución rápidas y muy a corto plazo", que se pueden anular en el caso de que la incertidumbre se despeje o ampliar a meses posteriores si la compañía lo considera necesario. La oferta prevista para vuelos a Latinoamérica y otros de largo radio no se verán afectados por esa reducción.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.