Aznar y el Papa
La familia Bush ha descubierto en el "presidente de la República de España", don José María Aznar, un aliado cualificado en su guerra contra Irak -en su guerra "en" Irak- por su "gran coraje", su "apoyo incondicional" y ser un hombre "con visión de futuro". Así lo ha reconocido el portavoz de la empresa familiar, Ari Fleischer. Y es que Aznar se ha convertido en un agente de ventas de la casa Bush. Antes de reunirse con el presidente de la compañía en su rancho de Texas este fin de semana, se ha acercado a México para tratar de venderle al presidente de aquella República, Vicente Fox, lo beneficioso que le resultaría adherirse al programa guerrero de Bush, advirtiéndole de que este es el momento oportuno porque el producto "está en oferta".
En el debate del pasado martes en el Congreso, el primer ministro español, señor Aznar, no quiso desvelar cual será la posición de su Gobierno en la próxima reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. No quiso comprometerse, ante la representación de la voluntad del pueblo español, aclarando si está a favor de la guerra preventiva que quiere Bush o en contra de la misma. La guerra preventiva, ha declarado monseñor Yanes, "es inaceptable para la moral católica". Aznar consiguió de la Conferencia Episcopal una pastoral condenando el nacionalismo vasco. (También el terrorismo. Pero eso lo ha venido condenando siempre la Conferencia Episcopal, aunque algunos han querido ponerlo en duda). Parece ser que en esto del Irak, los obispos españoles van a estar más en sintonía con el Papa condenando la guerra preventiva, como es su obligación, que con la política del señor Aznar y su patrón, el presidente Bush, que sí están por la labor. Uno pensaba que Aznar sería un cristiano viejo como buen castellano. Y que en estos menesteres seguiría la doctrina del Obispo de Roma. Parece ser que no. Ha preferido cambiar la doctrina del Papa por la del presidente Bush. Ha cambiado el Vaticano por un rancho de Texas. Y allí lo tenemos. Recibiendo órdenes.
fburguera@inves.es
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