Saur anuncia que pretende retomar el control de Aguas de Valencia

El grupo francés Bouygues, a través de su filiar Saur International, planteó ayer un órdago en toda regla a sus socios de Aguas de Valencia cuando anunció su intención de promover la ruptura del acuerdo entre accionistas que limita el capital de la sociedad bajo su control a un 33%. El anuncio se produce cuando arrecia la polémica sobre la supuesta influencia de Eduardo Zaplana, actual ministro de Trabajo, sobre los accionistas valencianos de la sociedad y persigue aprovechar la complicada posición del ex presidente de la Generalitat respecto a la empresa.

El enfrentamiento entre los socios franceses, que constituyen la minoría más importante en el accionariado de Aguas de Valencia, y los valencianos de la concesionaria del suministro de agua potable a la ciudad de Valencia, viene de lejos. La valencianización de la empresa, impuesta desde el Palau de la Generalitat para garantizar la renovación del suministro de agua potable en Valencia, se tradujo en una pérdida de peso de Saur en favor de los socios valencianos.

Un acuerdo entre accionistas pactado en julio de 2000 y dirigido a garantizar "la viabilidad futura de la sociedad mediante la obtención de la renovación del servicio de distribución y suministro" en Valencia fijaba el derecho de tanteo de los accionistas "significativos" ante cualquier anuncio de venta de otros socios y limitaba el capital máximo en manos de Saur al 33%.

La renovación se logró. El BSCH vendió su participación del 21% del capital de Aguas de Valencia, un paquete que compraron mayoritariamente el Banco de Valencia y las dos constructoras de Castellón Facsa y Lubasa. Y Saur redujo su participación a un 33%.

Los "franceses", de acuerdo con la jerga de otros socios, se consideran relegados desde entonces y ajenos a los relevos de marcado carácter político registrados en la cúpula de la empresa. Desde el nombramiento de Aurelio Hernández, alcalde de Cárcer por el PP, como director general y posterior consejero delegado, a su despido de ambas responsabilidades el pasado mes de noviembre. La nota emitida ayer defendía "la exigencia de todas las responsabilidades que tanto en la gestión como societariamente hayan tenido lugar", para depurar todas las cuestiones relativas al despido de los últimos responsables ejecutivos de Aguas de Valencia.

Un portavoz de otro "accionista significativo" sugiere que Saur pretende ampliar su participación en Aguas de Valencia para "recuperar el control" de la sociedad. Y comenta: "Lo normal es que intenten convencer al resto de accionistas de la bondad de su propuesta; si hay acuerdo mayoritario, adelante."

Otro portavoz vinculado a Aurelio Hernández sugiere que modificar el pacto entre accionistas requiere la "unanimidad del consejo" y apunta que Saur plantea la posibilidad de revisar el acuerdo ahora "porque Zaplana ya ha convencido al resto de accionistas". Según la misma tesis, el ex presidente de la Generalitat carece de fuerza en la actualidad para mantener el control que venía ejerciendo sobre los accionistas valencianos de Aguas de Valencia.