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Las administraciones catalanas impiden que el Lliure nombre a Pasqual

El colectivo quiso elegir a su nuevo director pero las instituciones aplazaron la decisión

Jacinto Antón

Lluís Pasqual se quedó ayer a las puertas del Teatre Lliure. El pleno extraordinario del patronato de la fundación que dirige el colectivo, reunido para debatir la propuesta de futuro elaborada por Pasqual, propuso por mayoría aprovechar la ocasión para nombrarle director del Lliure. Pero las tres administraciones catalanas presentes en la asamblea lo impidieron con la justificación de que no estaban ahí para eso.

Pasqual deberá esperar ahora al menos hasta que se convoque la junta de gobierno del Lliure, el órgano estatutariamente establecido para nombrar director, dentro de aproximadamente una semana. El Lliure confía en que será así.

La convocatoria de ayer de los patronos, entre los que se cuentan representantes de la Generalitat, la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de la ciudad y el Ministerio de Cultura, especificaba que estaba destinada a debatir la propuesta de futuro de Pasqual, y añadía que se tomarían decisiones "si procede". El Lliure interpreta que, vista la evaluación positiva que se hizo de la propuesta, sí procedía nombrar sin más dilación a Pasqual, mientras que las administraciones catalanas opinan que no y piden un procedimiento "razonable" y no un nombramiento "sobre la marcha".

"Fuimos convocados para discutir un documento y ver qué frutos podían sacarse de él, no para nombrar un director", señaló el concejal de Cultura Ferran Mascarell (en la reunión, él no estuvo presente por el Ayuntamiento, sino el director del Instituto de Cultura municipal, Jordi Martí). A juicio de Vicenç Llorca, director general de Promoción Cultural, que representó a la Generalitat en el pleno, el texto de Pasqual "no cierra, sino que abre un debate". Llorca agregó: "No queremos precipitarnos". Y añadió que en el Lliure hay "una junta de gobierno para tomar las decisiones del día a día y un contrato-programa". El director general dijo que la Generalitat "no está a favor ni en contra de Pasqual".

La reunión originó una enorme expectación, más aún porque para inmediatamente después se había convocado una conferencia de prensa en la que estaba anunciada la asistencia de Pasqual y del presidente de la fundación, Antoni Dalmau. "La voluntad era dejar resuelto el nombramiento de Pasqual", dijo ayer Dalmau.

Algunas fuentes indican que Pasqual habría sorprendido al propio Lliure al mostrarse la víspera muy predispuesto a aceptar la dirección, aunque fuera inicialmente sin ningún aumento de la ayuda pública al teatro. Pasqual quedó ayer, según otra fuente, "perplejo" ante la actitud de las administraciones catalanas.

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Después de la asamblea, que duró cuatro horas y fue además de larga "intensa", Pasqual no quiso hacer declaraciones y abandonó el Lliure esquivando a los periodistas. A la rueda de prensa acudió sólo Dalmau. Explicó que en la reunión se había alcanzado el acuerdo -en sintonía con la propuesta de Pasqual- de constituir "lo antes posible" una comisión integrada por representantes de las cuatro administraciones, otros tantos miembros del Lliure y Pasqual para, ante la debilidad económica del teatro, analizar su futuro y estudiar un posible cambio de modelo de gestión que asegure su viabilidad. Dalmau recordó que en su texto Pasqual señalaba la posibilidad de modificar el protagonismo de la fundación en el gobierno del teatro, en aras de las administraciones públicas -y a cambio de mayor ayuda-; algo a lo que ayer, dijo, la asamblea de patronos dio su visto bueno. Dalmau interpretó que dado que se dio respuesta positiva a la condición esencial de Pasqual -plantear un cambio de estructura del Lliure-, lo lógico hubiera sido nombrarle director de inmediato. Más aún porque Pasqual estaría dispuesto a no revisar hasta enero de 2004 las condiciones del contrato programa que, considera, constriñen al Lliure.

Pero las tres administraciones catalanas -no así el Ministerio de Cultura, que estaba de acuerdo con nombrar ya a Pasqual- señalaron una cuestión de procedimiento (el director debe ser nombrado a propuesta de la junta de gobierno) para que no se tomara la decisión. Ésta queda aplazada a una reunión de la junta, en la que figuran las administraciones y siete miembros del Lliure.

Dalmau subrayó que el Lliure necesita que las decisiones se tomen con rapidez, pues hay que programar la próxima temporada. Y recordó que se acercan elecciones que podían lentificar el proceso.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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