Un 'botticelli' en el desván
La National Gallery atribuye al pintor italiano una obra que tenía en su almacén
Alessandro di Mariano Filipepi, más conocido como Botticelli (1445-1510), murió casi olvidado por quienes le habían encumbrado a las altas cimas de la fama en la cresta de su carrera, cuando pintó el Nacimiento de Venus o la Primavera, dos de sus obras más conocidas. Hasta hace muy poco y desde hace un siglo y medio, la National Gallery de Londres guardaba con más pena que gloria una pintura menor, un retrato de san Francisco de Asís atribuido a algún pintor de Siena de talla inferior a los grandes maestros del Renacimiento. Ahora se ha sabido que era un botticelli y no la obra de un discípulo suyo.
A pesar de haber recibido algunas críticas por ello, la National Gallery gusta de guardar ese tipo de obras consideradas de segunda fila, anónimas a veces, de un interés relativo. No sólo las guarda, también las cuida. Las restaura. Eso es lo que estaba haciendo Jill Dunkerton, restaurar esa obra hasta entonces mediocre, cuando la limpieza de la pintura le permitió establecer ciertas similitudes con los trazos del gran Botticelli.
Una restauradora descubrió la obra, que saldría a un precio de 15 millones de euros en caso de subasta
Tantos trazos comunes descubrió que, al final, esa pintura de san Francisco de Asís que dormitaba en las tinieblas de la National Gallery ha sido oficialmente recatalogada como una obra original de Alessandro di Mariano Filipepi, Botticelli. Ahora, claro está, todo son parabienes para el retablo, que los expertos estiman que podría obtener un precio equivalente a 15 millones de euros si saliera a subasta.
No es la primera vez que esta restauradora reatribuye la autoría de un cuadro. Su trabajo en La adoración de los Reyes, hasta entonces considerada obra de Annibale Carrara, permitió establecer que se trata de un lienzo de Giovanni Bellini.
Dunkerton está muy emocionada con su nuevo descubrimiento, según explicaba ayer en un reportaje publicado en el diario The Sunday Telegraph. "La razón de que el cuadro no fuera identificado antes es que tenía un marco muy poco lisonjero y un fondo dorado que no es habitual en otros trabajos de Botticelli". "Pero en cuanto empezamos la limpieza nos pareció evidente que había trozos pintados con una calidad extraordinariamente bella, idénticos a Botticelli, y que debió pintar ese fondo para darle gusto al mecenas".
El cuadro representa a san Francisco en el centro rodeado a ambos lados por sendas filas de ángeles en una disposición vertical que, a juicio de Jill, es típica del maestro florentino. Fue adquirido en 1858 por el primer director de la National Gallery, sir Charles Lock Eastlake, que lo compró a un tratante de Ferrara, pero desde entonces ha permanecido en los almacenes de la galería británica.
Ahora, los expertos han olvidado los defectos de la obra y sólo le encuentran virtudes. Alison Wright, catedrático en Arte Medieval tardío y Renacentista italiano, asegura que se trata de un descubrimiento "excepcionalmente interesante y preciso". "Primero dudé cuando vi una reproducción, porque no concuerda con los últimos trabajos de Botticelli", relata en The Sunday Telegraph. "Pero luego, cuando lo vi en realidad, me di cuenta de que se trata de uno de los trabajos tempranos que debe datar de 1470, antes de que se hiciera independiente de su maestro, fra Filippo Lippi. Es muy emocionante y un gran hallazgo de la National Gallery".
"Lo que más me ha impresionado es su calidad", asegura Sally Korman, catedrática de Arte Renacentista en el londinense Instituto de Arte Courtauld. "Primero había sido catalogado como la obra de un seguidor tardío de Botticelli, pero nos dimos cuenta de que eso no podía ser posible porque su calidad era demasiado buena". Los expertos estiman que Botticelli lo pintó unos 10 años antes de afrontar sus obras más importantes, como la célebre Nacimiento de Venus.
"La National Gallery está absolutamente encantada con la recuperación del cuadro de Botticelli y el cuadro de Bellini, que demuestra el extraordinario talento de nuestros especialistas en los departamentos de conservación", ha proclamado el director de la galería, Charles Saumarez Smith. La galería tiene previsto exponer al público desde esta misma semana la obra La adoración de los Reyes atribuida a Bellini y dentro de un mes ese San Francisco rodeado de ángeles que ahora sabemos que pintó el gran maestro Alessandro di Mariano Filipepi, más conocido como Botticelli.
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