Fraga dice que suspendió los Max porque "sólo los tontos pagan para que les insulten"

"Pagar para que le insulten a uno no lo hace más que un tonto". El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, admitió así ayer que su Gobierno retiró el patrocinio de los Premios Max porque no quería que el próximo 5 de mayo en Santiago se repitiera una protesta de actores como la ocurrida durante la entrega de los Goya. La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Carmen Calvo, puso a disposición de la SGAE cualquiera de los teatros que gestiona en la comunidad. También el Gobierno balear ha ofrecido acoger la gala.

Manuel Fraga admitió ayer que los motivos de su Gobierno para retirar el patrocinio de la gala de entrega de los Premios Max de teatro no fueron estrictamente presupuestarios. En declaraciones a Catalunya Radio, volvió a aludir a las necesidades económicas de Galicia tras la catástrofe del Prestige, pero afirmó: "Tenemos claro que hay una cierta corriente para convertir estos premios en lo que no son".

Frente a la crudeza argumental de Fraga, su consejero de Cultura, Jesús Pérez Varela, insistió en la versión de que la Xunta se ha planteado otras prioridades presupuestarias tras el accidente del Prestige. "Es una injusticia decir que esto es un acto de censura", protestó Pérez Varela. "La televisión va a retransmitir igual la gala. Es una muestra de prudencia no gastar 55 millones de pesetas [unos 330.000 euros] en un acto que tiene muy poca repercusión en las necesidades actuales de Galicia". Al consejero le replicó el presidente de la Asociación de Actores de Galicia, Cándido Pazó, recordando que el acuerdo con la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) para que la Xunta patrocinase la gala fue posterior a la llegada de la marea negra. "Y entonces el señor Pérez Varela se jactó de que los premios se iban a entregar en Galicia gracias a su gestión personal", aseguró Pazó.

El alcalde de Santiago, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, insistió ayer en que hará todo lo posible para que los premios se celebren en su ciudad, como estaba previsto. Los partidos de la oposición en el Parlamento gallego han pedido explicaciones al Gobierno autonómico, al que acusan de impedir la libre expresión de los actores. "El PP persigue la discrepancia real y hasta la previsible. No se limita a atacar al discrepante, sino que intenta que no discrepe", denunció el coordinador de la ejecutiva del BNG, Anxo Quintana. El líder del PSOE gallego, Emilio Pérez Touriño, aconsejó a Fraga que si pretende ahorrar dinero podría renunciar a los 180.000 euros que, según los socialistas, la Xunta acaba de añadir a la partida de gastos de protocolo del presidente. "Así ya tendría para patrocinar los premios", ironizó Pérez Touriño. Carlos Amil, presidente de CREA, asociación constituida por directores y realizadores gallegos, consideró "una clara represalia" la decisión de la Xunta.

La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Carmen Calvo, se puso en contacto con Eduardo Bautista, presidente del consejo de dirección de la SGAE, el pasado jueves, horas después de que la Xunta de Galicia hiciera pública su retirada y ofreció las instalaciones de los teatros de la Maestranza y Central, en Sevilla; Alhambra, en Granada; Cánovas, en Málaga, así como el monasterio de La Cartuja de Sevilla, sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. La entrega de los Max ya se celebró en el teatro de la Maestranza en mayo de 2000.

Por otra parte, la Asociación Balear de Empresas Productoras de Teatro (ABET) ha decidido no designar un candidato para la categoría revelación de los Max por la existencia de un galardón al mejor autor en valenciano, lo que a su juicio "atenta contra la unidad de la lengua catalana".