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53º FESTIVAL DE BERLÍN

'Las horas', 'Héroe' y 'Adaptation' parten como favoritas para ganar el Oso de Oro

Isabel Coixet, Claude Chabrol y Patrice Chéreau suenan también como posibles ganadores

El filme británico Las horas, dirigido por Stephen Daldry, seguido por el chino Héroe, de Zhang Yimou, y el estadounidense Adaptation, de Spike Jonze, son los tres títulos que más se repiten en los habituales juegos de quinielas como favoritos para llevarse esta noche el Oso de Oro. Así lo indican también los termómetros ambientales de la revista del festival y el panel de puntuaciones de los críticos en Screen International. Pero otros títulos y nombres siguen de cerca a los dichos, y entre ellos están Mi vida sin mí, de Isabel Coixet, y su protagonista, Sarah Polley.

No son las cuatro citadas las únicas películas de esta Berlinale que tienen madera de premiables. Hay otras cuyo título y autorías no sonarían a disparate si fueran leídas en la lista de premios de esta noche. Por ejemplo, Su hermano, un sombrío y amargo drama del francés Patrice Chéreau, tiene muy altas valoraciones en el panel de la crítica; y a La flor del mal, estupenda obra de su compatriota Claude Chabrol, le ocurre otro tanto. Ambos títulos se manejan en casi todos los pronósticos y éstos tampoco se olvidan del retorno a las pantallas por todo lo alto de la eminente actriz Suzanne Flon en el filme de Chabrol.

El espléndido trabajo de la inglesa Kristin Scott Thomas en Petites coupures, escrito y dirigido por el francés Pascal Bonitzer, no ha pasado al olvido; y menos aún el de la célebre actriz china Gong Li, que llegó ayer tirando de una excelente película de Sun Zhou, titulada El tren de Zhou Yu, que deja ver uno de los ejercicios de estilo más ambiciosos y mejor elaborados que se han visto en una Berlinale con muy buen cine dentro, alrededor de una veintena de películas entre las que hay pocos disparates y mucha variedad y riqueza de aventuras poéticas, testimoniales y narrativas.

Esta variedad y riqueza se ponen de manifiesto en el tacto y la sagacidad con que han sido elegidas para participar en esta Berlinale las películas pequeñas, que siempre acaban siendo las grandes, las decisivas y definitorias de la inteligencia y la sensibilidad programadoras. Porque estas vigorosas obras de gente desconocida y con las espaldas desprotegidas son las que abren el verdadero calado que un festival tiene frente al futuro. Basta para justificar esta Berlinale que haya dado cobijo al arrollador estallido de colores africanos de Madame Brouette, de Moussa Sene Absa; y al filme chino Mang Jing, del desconocido Li Yang. La elección de estas películas indica que aquí se sabe ver cine y que hay sentido del riesgo en el espíritu de la selección de las obras. Y este riesgo es el que ha hecho posible el ascenso al concurso de Isabel Coixet y su emocionante Mi vida sin mí, que inicialmente estaba destinada a un rincón del Panorama y, al revisarse, se captó su excepcionalidad y fue rápidamente programada para el gran escaparate.

Y la lista de premios no debería olvidarse del comprometido filme alemán Good bye, Lenin!, de Wolfgang Becker, que reventará las taquillas berlinesas y hará dar la vuelta al mundo a su visión iluminadora del revés y el derecho, la comedia y la tragedia, de la caída del muro de Berlín. Ni de tres graves documentos sobre la tragedia de la emigración que empuja en las fronteras de Europa: En el mundo, del inglés Michael Winterbottom; Piezas de recambio, del esloveno Damian Zozole, y Luces distantes, del alemán Hans Schmidt.

Fidel Castro y Oliver Stone.
Fidel Castro y Oliver Stone.ASSOCIATED PRESS
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