Un atracador fallece al dispararse su arma cuando le seguía un rehén

La escopeta de cañones recortados con la que atracó una sucursal bancaria se le disparó al estrellarse su coche contra una valla. En ese momento era perseguido por un taxista al que había utilizado minutos antes como rehén. Así murió ayer en Orihuela (Alicante), según la versión oficial, un atracador.

El atracador, un hombre de 36 años, que según testigos presenciales era vecino de una población de Murcia, entró a las 12.30 horas en una sucursal de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) en la pedanía rural de La Aparecida, en Orihuela y cogió como rehén a un taxista que entraba en ese instante. El ladrón amenazó con disparar al hombre al que retenía por la fuerza, hasta que el director de la entidad accedió a depositar la cantidad en metálico que le exigía el atracador, una suma no muy cuantiosa.

Según testigos oculares, el hombre salió huyendo en un Opel Corsa gris y el taxista al que había utilizado como rehén lo persiguió en su propio vehículo mientras el director de la caja de ahorros avisaba a la policía. La persecución no se prolongó. Según fuentes policiales, unos minutos después, sobre las 12.50 horas, el coche que conducía el atracador se estampó contra una valla, a un kilómetro escaso de la población, y como consecuencia del choque el arma, que llevaba en la parte lateral izquierda, se disparó y le destrozó su zona abdominal.

El taxista que inició la persecución fue trasladado a la comisaría de la Policía Nacional, en Orihuela, para prestar declaración sobre lo ocurrido y esclarecer los hechos. La Comisaría de Alicante, a través de una nota oficial, confirmó la versión de los hechos ofrecida por testigos consultados por este periódico y, a expensas de investigaciones posteriores, mantiene que la causa de la muerte del atracador fue el disparo accidental de su arma.