El éxito de una fila "tercermundista"

Manolo era el primero de la cola. Llegó el jueves, pasadas las 13.30. "Había gente rondando por aquí desde el lunes. Hasta que esta mañana [por el jueves] alguien dijo que se quedaba ya hasta que abrieran la oficina, y aquí nos plantamos. A los 15 minutos ya eramos más de 30".

Manolo, que no quiere dar sus apellidos para evitar que le reconozcan en el trabajo, encabezaba el grupo de centenares de personas que desde el jueves por la tarde esperó en la calle Corral de los Olmos, a las puertas de una oficina de la empresa municipal de la vivienda de Sevilla, Emvisesa, gestionada por el Partido Andalucista, para presentar su solicitud a uno de los 750 pisos que la sociedad construye en Pino Montano, un barrio obrero del extrarradio.

Lo verdaderamente sorprendente, casi escandaloso, es que el plazo de presentación de esas solicitudes no empieza hasta el próximo martes. Quienes, espoleados por la decisión de Manolo y ante el temor de perder la opción a conseguir su vivienda de protección oficial, siguieron forzados su ejemplo, afrontaban entonces una acampada en la acera de seis días y cinco noches como mínimo.

Ayer, 30 horas después de que Manolo inaugurara semejante despropósito, la lista con nombres, apellidos y números de documento nacional de identidad de los peticionarios con la que ellos mismos se organizaron sumaba ya cerca de 1.000 personas, y seguía creciendo.

El motivo de la generación espontánea de la "tercermundista" y "vergonzosa" cola, según la definían sus propios integrantes, fue una coletilla en la carta con la que Emvisesa advertía la semana pasada a los más de 4.000 preinscritos de la apertura del plazo, el martes, para la presentación de las solicitudes y la documentación adjunta.

El texto del documento enviado da a entender, según quienes hacían cola, que el orden de presentación de la solicitud en la oficina será un criterio decisivo para adjudicar los pisos. En situación de necesidad, como están muchos de los peticionarios, y con lo que cuesta una vivienda nueva, aseguran que cualquier tiempo de espera es poco.

Rafael Carmona, delegado de Urbanismo y presidente de Emvisesa, del PA, recordó ayer sin embargo que tras la presentación de los documentos, éstos deberán ser analizados para comprobar si reúnen los requisitos y si los usuarios pueden avalar el crédito hipotecario que hay que asumir para adquirir una vivienda, "por lo que no hay adjudicación directa".

Pese a todo, en Corral de los Olmos se formó rápidamente el jueves una peculiar verbena. Los solicitantes se pertrecharon con comida, ropa de abrigo, y mobiliario de camping para pasar la noche. Fernando Anguiano, de 26 años, era uno de ellos. Tenía el número 545 en el turno de llegada. Se presentó en la cola a las 20.30 dispuesto a defender la vivienda que lleva cinco años solicitando para casarse e irse a vivir con su novia Macarena.

Pronto surgió una fuerte organización colectiva. Formaron grupos por cada tramo de 25 o 30 solicitantes. Cada grupo nombró dos representantes que, a su vez, en una asamblea durante la madrugada del jueves al viernes, escogieron a una comisión de cinco personas para representarles ante Emvisesa. Formalizaron la lista con los nombres de los solicitantes, organizaron la convivencia y acordaron reclamar a Emvisesa que reconociera su turno de llegada para cuando el martes abra la oficina.

Reconocer la lista

Ayer por la mañana, la gerente de Emvisesa, Antonia Zarrías, recibió a la comisión y les aseguró que buscaría a lo largo del día una fórmula para que no tuvieran que pasar tantos días a la intemperie. "Parece que podrían reconocer la lista que hemos formado y darnos número oficial para presentar las solicitudes por orden a partir del martes", decía ayer, esperanzado, Jorge García, de 25 años, que hace seis años que espera que le concedan una vivienda de protección oficial.

Efectivamente, por la tarde, Zarrías aceptó la propuesta de los solicitantes para "evitar posibles incidentes de orden público que pudieran producirse", informaron fuentes de Urbanismo

. La comisión ejecutiva de la Gerencia decidió repartir números siguiendo el orden del listado elaborado y así levantar la improvisada acampada montada el jueves. Al tiempo que se entregaron los números, se les fue informando del día en que deberán acudir a la oficina para entregar la documentación.

Tras la expectación y polémica suscitadas, el delegado de Urbanismo se defendió ayer por la mañana asegurando que "también hubo detractores cuando hubo sorteo público" para adjudicar viviendas públicas. Sin embargo, miembros de su departamento reconocían ayer que, visto lo visto, en el futuro volverán a funcionar los bombos de lotería.