_
_
_
_

Un atracador mata de ocho cuchilladas a un empresario ante su portal de Retiro

El dueño de un bar de Leganés, asesinado horas antes por un ladrón El atracador se apoderó del dinero y de todos los objetos de valor que llevaba la víctima

F. Javier Barroso

Dos homicidios en menos de 20 horas ensangrentaron ayer la región. El empresario José Valdés González, de 59 años, murió a las 21.30 tras recibir ocho cuchilladas a manos de un atracador cuando iba a entrar en el portal de su domicilio del barrio de La Estrella (Retiro). Valdés, que regresaba de su trabajo como dueño de una inmobiliaria, cayó a sólo 10 metros de su casa, en el número 44 de la calle de Sirio. Los vecinos se quejaban de la inseguridad que padece el barrio.

Quince horas antes del asesinato de Valdés, una mujer descubrió muerto a Antonio Casas Gil, de 59 años, dueño del bar Toledanos, en Leganés. La víctima presentaba un fuerte golpe en la zona parietal derecha que le causó la muerte. Las primeras investigaciones apuntan a que el robo de la recaudación fue también el móvil de este homicidio. Ambos crímenes elevan a 12 las muertes violentas registradas en la región desde principios de año.

Eran las 21.30 cuando José Valdés regresaba a su domicilio, de la calle de Sirio. Había aparcado su coche en la calle de la Estrella Polar y, cuando caminaba hacia su casa, le abordó un hombre de 1,80 de estatura, con el pelo corto y que vestía ropa oscura.El atracador exigió a Valdés todo el dinero y sus objetos de valor. Por causas aún no esclarecidas, el atacante apuñaló a su víctima al menos ocho veces. Las cuchilladas le afectaron el cuello, el abdomen y el tórax, ésta última con posible afectación pulmonar, según un portavoz del Samur-Protección Civil. José Valdés cayó boca arriba, junto a la entrada de una tienda de venta de muebles de cocina y baño, a unos diez metros del portal del inmueble donde vivía y junto a un seto de aligustre. "El asesino se ha ensañado con él. Cuando estaba en el suelo, ha seguido apuñalándole sin compasión", comentó una vecina del número 44 de la calle de Sirio.

El homicida, tras hacerse con los objetos de valor, huyó a la carrera. Una mujer que estaba en la zona avisó a los servicios de urgencia y a la policía. Hasta el lugar se desplazaron dos ambulancias y dos vehículos de intervención rápida del Samur, que comprobaron el gravísimo estado en que se encontraba el herido. Éste se hallaba en parada cardiorrespiratoria.

Los médicos desplegaron una tienda de campaña de color amarillo en la acera para preservar la intimidad de Valdés, dada "las maniobras agresivas" que iban a efectuar para intentar reanimarle. Lo hicieron durante más de media hora, pero las lesiones que sufría, de extraordinaria gravedad, lo impidieron. "Me ha impresionado ver a mi vecino, así muerto. Como soy médico, le he hecho un reconocimiento, ya fallecido, y ha sido muy duro. Estaba cosido a puñaladas", señaló otra persona.

La consternación se hizo patente en el inmueble, ya que Valdés era una persona muy conocida en la zona. "La muerte de gente como ésta, un honrado señor que tenía su vida ya resuelta, te deja aplastado porque no hay derecho a que te maten de esta forma tan criminal", explicó un vecino. "Yo he salido unos diez minutos antes y podía haberme tocado a mí. Incluso si me lo llego a encontrar, el instinto te hace salir a defender a las personas que conoces, como ocurre en el caso de José", concluyó.

Homicidio en Leganés

Unas 20 horas antes, Antonio Casas Gil, propietario del bar Toledanos, en la calle de San Andrés de Leganés, fue hallado sin vida a las 7.30 dentro de su local por una vecina que paseaba el perro. La víctima presentaba un fuerte golpe en la cabeza. Las primeras pesquisas apuntan a un posible robo, ya que la caja registradora estaba vacía y había monedas en el suelo.

La mujer que paseaba el perro se percató de que la puerta del bar estaba abierta, lo que le extrañó, ya que su dueño solía abrir al público mucho más tarde (sobre las 10 de la mañana). La vecina entró y vio al hombre tras la barra, apoyado junto a una caja, sin moverse. En un principio se pensó que había muerto de forma natural. Pero el forense del juzgado de instrucción número 7 de Leganés se percató de que el cuerpo presentaba un fuerte golpe en la zona parietal derecha. La víctima llevaba muerta entre seis y ocho horas.

El bar, que siempre ha tenido el nombre de Toledanos, fue abierto hace unos 37 años. Casas lo regentaba desde hacía unos 25. "A veces se quedaba a dormir en el almacén del sótano. Por eso, quizás su esposa no lo ha echado en falta antes", añadió otro conocido. Casas estaba casado con María del Carmen P. C. y tenía una hija de unos 30 años y un hijo de 28. La primogénita está casada y tiene una hija de 10 años.

Este homicidio es el segundo ocurrido en Leganés en 2003. El anterior fue el de un hombre de unos 30 años, degollado y apuñalado en la espalda, que fue hallado el 10 de enero en un contenedor.

El llanto de la hija

Lo que ocurrió cuando los sanitarios del Samur taparon el cadáver de Valdés fue fortísima: en ese momento llegaba a su casa una de las hijas del fallecido y se topó con toda la escena. Psicólogos del Sa-mur tuvieron que atenderla, ya que sufrió una crisis nerviosa. La hija se abrazaba desesperada a su novio para buscar el consuelo tras la pérdida de su progenitor. Unos cinco minutos más tarde, llegaba un hijo que tampoco pudo resistir el mazazo. Mientras, agentes de la Policía Científica sacaban fotos al cadáver y buscaban el arma homicida en los jardines que rodean la zona peatonal de la calle de Sirio, junto a la M-30.

Valdés vivía en La Estrella desde hacía 25 años, donde habían crecido sus tres hijos (dos mujeres y un varón). Con su esfuerzo había levantado su negocio: una empresa de gestión inmobiliaria. "¿De dónde habrá salido ese malnacido capaz de matar a un respetable cabeza de familia? ¿Qué podría robar a este hombre que ya volvía a su casa?", se preguntaba con rabia una vecina del fallecido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_