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El novio de la doctora de Tarragona ingresa en prisión acusado de asesinato

Fernando Adalid pide perdón a la familia y declara que está arrepentido del crimen

Fernando Adalid ingresó ayer en la prisión de Tarragona acusado de un delito de asesinato cometido contra su novia, la doctora Gloria Sanz. Durante su declaración ante el juzgado que tramita el caso, Adalid, de 32 años, pidió perdón a la familia de la mujer y dijo estar arrepentido del crimen. La investigación policial descarta por el momento que actuase con premeditación, aunque se investigará la denuncia de dos vecinos que aseguran haberlo visto 14 días antes de cometerse el crimen en el bosque de Vallirana (Barcelona), donde fue hallado el cadáver.

La fiscalía considera que en la muerte, acaecida el 18 de enero, concurre el agravante de alevosía porque el acusado, tras golpear reiteradamente a la mujer en la cabeza, se aprovechó de su aturdimiento y la estranguló con sus propias manos. Fernando Adalid declaró durante más de tres horas en el Juzgado de Instrucción número 2 de Tarragona. Joan Corominas, su abogado, explicó que su cliente dijo estar arrepentido, que no tenía intención de matar a su novia y que había pedido perdón a la familia de Gloria Sanz.

La defensa sostiene que se trata de un homicidio, penado con entre 12 y 15 años de cárcel, y no de asesinato, castigado en el Código Penal con penas de entre 15 y 20 años. La juez ordenó el ingreso en prisión en régimen de incomunicación.

Adalid ya había declarado ante la policía que no actuó con premeditación y que aprovechó la entrada de un vehículo en el aparcamiento para acceder al domicilio familiar de su novia. El objetivo, según aseguró, era hablar con ella para solventar las diferencias que habían mantenido esa semana y que habían acabado con la ruptura temporal de la relación por parte de la doctora el día anterior.

Según su relato, tras estrangular a la mujer arrastró el cuerpo hasta el ascensor y luego hasta el aparcamiento sin ser visto. Lo escondió en el maletero de su taxi y sin ningún objetivo definido, explicó, condujo el vehículo hasta las afueras de Tarragona y lo abandonó para simular un secuestro. El abandono del cadáver en una zona boscosa de Vallirana también fue arbitrario, según Adalid. Sin embargo, un matrimonio de la zona denunció el 31 de enero que le habían visto por allí con una pala el día 4 de ese mes, dos semanas antes del crimen. La pareja presentó denuncia al difundirse la fotografía e incluso la Guardia Urbana de Vallirana llegó a rastrear la zona sin éxito. La policía estudiará ese testimonio, pese a que no le dan excesiva credibilidad porque ese día Adalid estaba con Gloria y sus padres en Tarragona. Otro aspecto confuso es la causa por la que el cadáver apareció con las ropas desordenadas y semidesnuda, lo que podía suponer una manipulación para simular una agresión sexual. El detenido ha explicado que eso se explica porque arrastró el cadáver por el bosque.

Fernando Adalid, ayer, cuando era conducido por la policía a los juzgados de Tarragona.
Fernando Adalid, ayer, cuando era conducido por la policía a los juzgados de Tarragona.JOSEP LLUÍS SELLART

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