Marcel.lí Antúnez reúne en el Mercat sus tres montajes 'mecatrónicos'
La mecatrónica es el punto de encuentro entre la electrónica y la informática. El actor y performer Marcel.lí Antúnez es un buen conocedor de este territorio, que ha explorado en sus tres últimos espectáculos. Epizoo (1994), Afasia (1998) y Pol (2002) conforman el Mondo Antúnez, la triple propuesta con la que el intérprete se muestra ante el público en el Mercat de les Flors hasta el próximo 2 de marzo y que ayer presentó junto al Mercat de la Boqueria.
El lugar habitualmente ocupado por los payeses, en la plaza contigua al mercado, apareció ayer vacío de puestos de frutas y hortalizas y ocupado en cambio por un extraño sujeto, Rèquiem. El individuo es un exoesqueleto que Antúnez ideó con la intención "de que sirviera para mover" su "propio cadáver". Megáfono en mano y tocado con unos cuernos de ciervo que usa en uno de los espectáculos, Antúnez se paseó por el mercado convocando a los clientes a su performance, consistente en verle metido en el interior de la coraza metálica, inspirada en una de las que utiliza en Epizoo, y asistir a la manipulación a distancia de todo su cuerpo.
La interactividad es uno de los vínculos entre los tres espectáculos de Mondo Antúnez. El público es invitado a participar manipulando la narración mediante artilugios tecnológicos que maneja desde su asiento. Ayer fue uno de los actores que acompaña a Antúnez en Pol quien movió a su antojo las extremidades y el tronco del actor.
Cuando termine la exhibición de esta propuesta recopilatoria, el equipo de Antúnez iniciará los entrenamientos para una nueva aventura que se desarrollará en el espacio. Se trata de sendos vuelos de los que se utilizan para preparar a los astronautas, en un proyecto artístico promovido por la asociación londinense Art Catalisis.
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