La Administración obliga a salir de la cárcel a un exculpado de intentar matar a su mujer

Los servicios penitenciarios de la Generalitat han obligado a abandonar la prisión en la que se encontraba a F. M. A., exculpado de intentar matar a su mujer y que se negaba a salir de la prisión alegando que no tenía adónde ir y que le han "destrozado" su vida. F. M. A., que llevaba un año en prisión, salió ayer de la cárcel tras firmar la orden de libertad obligado por la Administración. La Audiencia de Barcelona revocó tanto su procesamiento por el delito de intento de homicidio como la prisión provisional.

F. M. A., que ingresó en prisión en febrero de 2002, procesado por el titular del juzgado de Instrucción 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, por un delito de intento de homicidio tras llegar el juez a la convicción personal de que el acusado había arrojado al vacío por la ventana de su casa a su compañera sentimental. El juez instructor no tuvo en cuenta las reiteradas explicaciones de la supuesta víctima, que aseguró que su compañero no intentó matarla y que fue ella quien intentó suicidarse. El magistrado no dio crédito esta declaración porque creyó que la exculpación se debía a la fuerte dependencia emocional que tenía del acusado.

El instructor llegó a practicar pruebas eólicas y físicas para descartar una posible caída accidental de la mujer y la sometió a un examen psicológico para averiguar los posibles motivos por los que exculpaba al marido.

El 18 de febrero de 2002, según el auto del juez ahora revocado, el procesado, "empleando su fuerza física, lanzó a su mujer por la ventana de una de las habitaciones de la vivienda conyugal". La mujer cayó al vacío desde un segundo piso y quedó malherida.El auto relataba que el acusado se plantó ante la mujer cuando ésta yacía en el suelo y le dijo: "Tú te lo has buscado", añadiendo graves insultos y propinándole dos patadas.

La Audiencia ha anulado el procesamiento al señalar que la acusación "debe descansar en la concurrencia de indicios racionales" de criminalidad y aquí no ocurre eso, pues nadie vio los hechos y la víctima insiste en exculpar a su compañero.