Ambiente confuso
El último rebote de las cotizaciones bursátiles ha sido objeto de numerosas interpretaciones, destacando entre todas la del cambio que está experimentando la actitud de Irak. En el mercado del petróleo se compartió esa manera de ver las cosas con los inversores en renta variable, de modo que los que opinaban que era una simple cuestión técnica debida a la acumulación previa de recortes quedaron en minoría.
Una de las cuestiones clave para saber por dónde andan los inversores últimamente está en el volumen negociado cada día en el mercado y no puede decirse que el de ayer indique un cambio de actitud.
En el Mercado Continuo se negociaron 1.193,89 millones de euros, de los que más del 10% procedía de operaciones institucionales, lo que limitaba la actividad diaria a poco más de 1.000 millones de euros y más de la mitad de esa cifra se concentraba en sólo tres valores capaces, los tres juntos, de mover el Ibex 35. Este indicador recuperó ayer el 2,34%, avance ligeramente inferior a los anotados por Londres y París, que subieron el 2,54% y el 2,51%, respectivamente.
La Bolsa de Francfort frenó su subida a última hora de la tarde lastrada por el descenso que registraba Wall Street debido a las dispares reacciones que provocó el discurso del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, ante el comité de banca del Senado.
En conjunto, apenas hay datos nuevos en el ámbito geopolítico que puedan hacer reaccionar a los inversores, sobre todo porque la situación económica apenas concede margen de maniobra a medio plazo, pero la rebaja en las estimaciones de crecimiento para este año en Estados Unidos no era, sin duda, el dato que los inversores esperaban, aunque tampoco les pilló por sorpresa.
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