Un guardia civil mata a un hombre que confundió con un atracador

Llorenç Alberola, de 42 años, estaba ayer clínicamente muerto. Una bala le atravesó el cerebro en un incidente con la Guardia Civil. La noche del sábado varios agentes le interceptaron con un amigo en Cullera (Valencia) cuando buscaban a dos atracadores. Hubo un forcejeo y el arma de un guardia se disparó. Fuentes de Interior admitieron que no eran los ladrones y no iban armados. Se ha abierto una investigación.

El herido, que permanece ingresado en estado de muerte cerebral en el hospital de La Ribera, en Alzira, pasó la tarde del sábado con su familia, su mujer y su hija de seis años. Pasadas las 21.30 bajó los perros a pasear por los alrededores de su casa, en Sueca, a 25 kilómetros de Valencia, y se encontró con un amigo de la infancia al que, según su suegro, había ayudado alguna vez porque es toxicómano. El amigo le pidió que le llevara con su coche a Cullera, a escasos cuatro kilómetros de Sueca, a comprar una papelina. Llorenç aceptó. A las 22.10, cuando ya estaban de vuelta, el amigo le dijo que parara, que se metiera por el camino que conduce al cementerio, porque no podía aguantar más y necesitaba pincharse. Así lo hicieron.

Según el relato de su suegro, José María Nadales, que fue durante casi 30 años policía local en Sueca, a los pocos minutos, vieron llegar de frente un coche con las luces largas dadas y no pudieron distinguir que se trataba de la Guardia Civil. Antes de que llegara a su altura sintieron unos golpes en la parte trasera del vehículo y un agente del instituto armado en cada ventanilla delantera les instó a bajar del vehículo.

Los dos fueron puestos cara a la carrocería del coche, con las manos en el techo del mismo y las piernas abiertas para poder cachearles. Llorenç preguntó varias veces por qué le querían identificar. Un agente le apuntaba con un arma a la cabeza mientras con la mano izquierda le cacheaba. Según la Guardia Civil hubo un forcejeo entre ambos.... y el arma se disparó. En el suelo quedó tendido el herido, vecino de Sueca, de 42 años, aficionado a la fotografía y actualmente ocupado como albañil en una obra. Había sido confundido con uno de los dos atracadores que habían cometido un robo a punta de pistola en una gasolinera de Cullera.

"Sé que se le disparó el arma al guardia, que no tenía ánimo de matarlo, pero lo ha matado y ha dejado a esta familia en la desgracia", comentó ayer Nadales. "Mi yerno era una buenísima persona, generoso y trabajador. Creyó que era el atracador. Pero no lo era, ni llevaba armas".

Llorenç Alberola y su amigo no participaron en el atraco que sobre las 22.00 cometieron dos encapuchados en una gasolinera de Cullera, muy cerca del camino al cementerio en el que se pararon. Así lo confirmaron ayer fuentes del Ministerio del Interior y de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia.

El juzgado de guardia de Sueca se ha hecho cargo de la investigación y ha abierto diligencias tanto por el atraco que sufrió una cajera de la gasolinera de un centro comercial de Cullera a las 22.00 como por el disparo que mató a Llorenç Alberola. El Ministerio del Interior ha abierto, por su parte, una investigación interna en la Guardia Civil.