Nestlé invertirá 7,2 millones en Avidesa a través de una instrumental

Nestlé registró hace apenas un mes en Barcelona la sociedad Ice Cream Factory Co Maker, nueva titular de la fábrica de helados de la Compañía Avidesa en Alzira. Guillermo Lamsfus, director de la factoría de Avidesa desde 1991, se presentó ayer a la plantilla como "único socio". Pero el ambicioso plan de inversión de 7,2 millones de euros que anunció, las garantías de empleo para los 325 fijos y otros tantos discontinuos que trabajan en Alzira y el evidente tutelaje de Nestlé sobre la factoría durante los próximos seis años revelan que la multinacional suiza sigue presente.

Lamsfus, ejecutivo de origen vasco de 55 años, explicó el proyecto a los trabajadores de Avidesa durante cerca de dos horas acompañado de numerosos gráficos y datos, pero en ningún momento reveló el coste de la adquisición ni precisó detalles sobre la transferencia de la titularidad de la compañía. Pero aseguró eufórico: "Soy el único socio". Y afirmó, como un auténtico nuevo Suñer, que la sociedad "nace con grandes expectativas".

Lo primero fue tranquilizar a los trabajadores. Se comprometió a respetar los puestos de trabajo al menos durante los próximos cuatro años, aunque la plantilla va a quedar dividida: 110 empleados que trabajan en la división comercial seguirán directamente vinculados a Nestlé. Los restantes, unos 215, se integrarán en Ice Cream Factory Co Maker, que mantendrá la contratación de personal de forma discontinua en temporadas de alta producción, una fórmula que afecta a otros 300 empleados.

El volumen de compras directas de Nestlé garantiza el futuro de la factoría durante "los próximos seis años", según el nuevo Suñer. Y la inversión de 7,2 millones de euros al finalizar la actual campaña para "mejorar las instalaciones" y dirigir la producción hacia marcas blancas para grandes empresas distribuidoras. Avidesa sirve a Continente, ahora Carrefour desde hace años.

Una tercera línea de negocio que Lamsfus presentó a la plantilla apunta a la exportación a través de "contactos europeos" solventes. Su discurso fue bien acogido y varios portavoces destacaron el talante negociador del ejecutivo.

José Manuel Tomás, presidente del comité de empresa, confesó que la operación les había "pillado por sorpresa" y se limitó a comentar: "Vamos a estudiar el proyecto conjuntamente con nuestros asesores".

Fuentes del sector alimentario apuntaron que la factoría de Alzira requiere una fuerte inversión para remozar sus instalaciones, y fuentes sindicales apuntaron la posible presencia de Nestlé o algún gran distribuidor detrás del nuevo Suñer.