Retenciones de 28 kilómetros en un fin de semana con seis muertos
La operación retorno del fin de semana fue ayer especialmente complicada por varios accidentes que ocasionaron colas de hasta 28 kilómetros en la autopista A-7. Seis personas murieron y tres resultaron heridas de gravedad en los cinco accidentes mortales registrados en las carreteras catalanas hasta ayer a las ocho de la tarde. Todos los accidentes mortales ocurrieron en la jornada del sábado. El más grave fue el que se produjo a primeras horas de la mañana en Castellolí (Anoia), donde murieron dos personas al salirse de la calzada el vehículo en que viajaban.
También como consecuencia de una salida de la carretera, un vecino de Balaguer (Noguera) resultó muerto y su acompañante herida de gravedad en un accidente que ocurrió en esta localidad.
En la tarde de ayer, una anciana vecina de Quart (Gironès) también murió al ser atropellada por una grúa en la carretera que cruza la localidad.
Estos accidentes mortales han sido la cara más negativa de un fin de semana que ya comenzó con importantes retenciones de salida de Barcelona el pasado viernes y que ayer acabó con un importante colapso circulatorio en las vías procedentes del Pirineo, así como en algunas de las carreteras costeras más cercanas a Barcelona.
En la tarde de ayer los problemas se concentraron, por una parte, en la A-7, donde un accidente originó hasta 28 kilómetros de retenciones entre Vilafranca y Martorell. Otro punto negro fue la C-17, que ya en Ribes de Freser presentaba circulación lenta, situación que se agravaba en Ripoll, Vic e incluso La Garriga,donde otro accidente bloqueó la autovía. La C-16 también presentaba problemas, con seis kilómetros de retenciones entre Bagà y Cercs, cuatro kilómetros a la altura de Berga y tres más en Guardiola de Berguedà.
