Mas concretará su ley electoral al final de la legislatura

El secretario general de Convergència (CDC), Artur Mas, lo pronunció ayer en forma de anuncio, pese a que la promesa como tal ya la había formulado el pasado 21 de octubre y figura en los anales de los programas electorales del partido: Convergència i Unió (CiU) dispone de su propio proyecto de ley electoral, pero no lo presentará formalmente hasta que finalicen las sesiones del Parlament, el 30 de junio. Un retraso que el delfín de Jordi Pujol justificó para que "no se pueda acusar a CiU de obtener provecho con vistas a las elecciones". Mas sí acusó de ello a los socialistas catalanes, cuyo líder, Pasqual Maragall, adelantó y explicó su propuesta el pasado mes de enero.

Mas repitió que el proyecto electoral de CiU, que será uno de los caballos de batalla de la campaña electoral junto a la asunción de un nuevo Estatuto, será una combinación de elección directa -un diputado por comarca- y proporcional de las cuatro circunscripciones para que "Tarragona, Lleida y Girona no pierdan un ápice de su representación actual". Al contrario de la propuesta socialista, que incluye a Cataluña en una sola circunscripción y que los nacionalistas consideran que perjudica la representatividad de las zonas menos pobladas. CiU también está evaluando la adscripción de un diputado por cada distrito de Barcelona.

El candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat recordó que el debate no empezará hasta las próxima legislatura y que, de ganar las elecciones, su compromiso es aprobar la ley con el máximo consenso. Pero advirtió que su redacción debe ser paralela a la ley de organización territorial.

En un discurso pronunciado ante un público rendido de militantes convergentes, en el marco de la Escuela de Invierno en Montbrió del Camp, Artur Mas no renunció a polemizar sobre la ley electoral a costa de los socialistas y, en concreto, de su oponente: "Conozco a Pasqual Maragall y sé que su concepto de Cataluña es una suma de algunas ciudades y no de todas". Mas añadió que el objetivo de los socialistas es dejar una Generalitat "descuartizada y flaca, en beneficio de no se sabe quién, cuando lo necesario en Cataluña es que el Gobierno defienda a su país".

La nueva ley electoral no estará incluida en el proyecto de Estatuto que Mas presentará el 6 de abril, porque ya figura en el actual, que CiU no ha desarrollado en los 23 años que ha estado al frente de la Generalitat. A juicio de Mas, la reforma del Estatuto debe de estar dirigida por la formación nacionalista -"tenemos que tomar por primera vez el timón", subrayó- y no por el Partit dels Socialistes, Unión de Centro Democrático y el PSUC, como sucedió en 1979. "El liderazgo del nacionalismo catalán es esencial de tal manera que sirva de atajo ante situaciones de bloqueo autonómico como el actual", agregó.

Antes de la aplaudida intervención de Mas, el candidato de CiU a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, auguró un "susto de muerte" a los socialistas catalanes: "Yo seré alcalde de Barcelona y Artur Mas, presidente de la Generalitat", afirmó. Trias volvió a prometer una Barcelona de "justicia y progreso social, y no de hacer beneficencia".