Chupa-Chups venderá activos no estratégicos tras registrar pérdidas récord de 18 millones
Chupa-Chups vivió su peor ejercicio el año pasado. La empresa fabricante del popular caramelo de palo venderá activos no estratégicos tras perder en torno a 18 millones de euros en 2002, según dijeron ayer fuentes conocedoras de la situación de la empresa. En 2001, el grupo ganó un millón de euros. La familia Bernat, dueña del grupo, tiene la propiedad de la marca en una empresa distinta a Chupa-Chups y aportará la marca a la empresa para capitalizarla. También se estudia una ampliación de capital a cargo de la familia.
La nueva dirección de la empresa, encabezada por el director general, José Pérez, incluye la venta o el cierre de las actividades no relacionadas con su negocio principal del sector del caramelo. Dentro de este plan invertirá 3,1 millones en producir un nuevo caramelo en su factoría asturiana de Villamayor, donde nació el primer chupa-chups en 1958.
El grupo ya ha cerrado su red comercial en China y ha firmado un acuerdo para vender el 50% de su planta en ese país . Ahora también baraja desprenderse de su negocio de bollería en Rusia, país donde, en cambio, la venta de caramelos va viento en popa. El plan será anunciado en un mes y en él participan los bancos que otorgaron 75 millones de euros en créditos al grupo. "El grupo tiene recursos y solidez para enderezar el rumbo", dijeron las fuentes consultadas. El plan también contempla que Chupa-Chups venda a los Bernat la casa Batlló, el edificio modernista del paseo de Gràcia de Barcelona, informó ayer La Vanguardia.
