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El Liceo contrata a Sebastian Weigle como nuevo director musical del teatro

El alemán sustituirá a Bertrand de Billy en el cargo en junio de 2004

El relevo en la dirección musical del Liceo -el actual titular, el francés Bertrand de Billy, abandonará el cargo en junio de 2004- será "tranquilo y sin sobresaltos". Así lo proclamó ayer el director artístico del teatro, Joan Matabosch, al presentar al alemán Sebastian Weigle (Berlín, 1961) como nuevo director musical del teatro a partir de la temporada 2004-2005. Weigle, contratado por tres años con opción a renovación por dos más, debutará en el cargo dirigiendo Borís Godunov, de Mussorgski, en la inauguración de esa temporada.

A punto de cumplir 42 años, Sebastian Weigle aseguró que su objetivo es "continuar la línea ascendente en la calidad de la orquesta". Lo hizo sin dar recetas mágicas, pero exhibiendo un optimismo contagioso: "La evolución de la Orquesta del Liceo ha sido muy positiva en los últimos años y lo importante ahora es seguir progresando sin sobresaltos".

Contento, relajado y feliz -la crítica alemana elogia sin reservas su versión de La mujer sin sombra, de Richard Strauss, en la nueva producción que acaba de estrenar la Ópera de Francfort-, Weigle aseguró que no necesitó mucho tiempo a la hora de aceptar el ofrecimiento del Liceo. "Actualmente, Barcelona es una ciudad operística en alza en el panorama europeo y el trabajo realizado por De Billy me parece estupendo. Cada vez que he dirigido en el teatro me ha sorprendido el progreso de la orquesta y el buen ambiente de trabajo", aseguró.

Weigle debutó en el Liceo en la temporada 2000-2001 dirigiendo La flauta mágica, de Mozart, y poco después Rienzi, de Wagner. Su tercer compromiso liceísta fue en el pasado mes de octubre dirigiendo un concierto protagonizado por el tenor Peter Seiffert y la soprano Petra-Maria Schnitzer. "Weigle es uno de los directores que mejor recuerdo ha dejado en la orquesta en todas sus actuaciones, y la reacción de los músicos al conocer su nombramiento ha sido muy positiva", comentó Matabosch.

Desde que abandonó su carrera como solista de trompa, hace una década, Weigle ha centrado su carrera como director de orquesta en los teatros alemanes, y ha mantenido desde 1997 una intensa relación con la Staatsoper de Berlín, coliseo dirigido artísticamente por Daniel Barenboim. Ayer, en Barcelona, dejó bien claro por dónde van sus preferencias en cuestión de repertorios. "Quiero trabajar especialmente el repertorio alemán, ruso y eslavo, y dejar la ópera italiana y francesa a los directores invitados".

Al igual que hizo De Billy al asumir el cargo, Weigle está convencido de que el mejor camino para elevar la calidad de una orquesta de ópera es cultivar el repertorio sinfónico. "La orquesta debe hacer conciertos y lucharé para que sean una realidad en las temporadas, porque son el mejor camino para aumentar la calidad, los reflejos y la autoestima de los músicos". En su próxima temporada, el Liceo ha reducido de siete a tres el número de conciertos de la orquesta ante el aumento del número de funciones de ópera.

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