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Renfe conocía la marcha de los excursionistas a los que arrolló un tren

El juez imputa a dos empleados más por el accidente en Alicante con tres muertos

El jefe de circulación de Renfe confirmó ayer ante el juez que la compañía recibió el fax en el que se avisaba de la marcha de la Unión Excursionista de Elche por las vías, aunque él no lo supo hasta el accidente, que se saldó con tres muertos. El directivo, que declaró como testigo, también afirmó que el tren contaba con un vagón más para acercar a los excursionistas al inicio de la marcha, como solicitó la Unión. El juez amplió ayer la imputación a otros dos empleados de Renfe.

El jefe de circulación de Renfe en Alicante, José Castillo, reconoció que supo de la existencia del fax remitido por la Unión Excursionista de Elche "a posteriori", una vez que se produjo el accidente mortal en el apeadero de San Gabriel (Alicante), que se saldó con la muerte de dos adultos y una niña la noche del 28 de octubre, según indicaron fuentes jurídicas.

El accidente se produjo cuando el tren sorprendió a varios miembros de la Unión Excursionista de Elche que circulaban por un puente cercano a las vías durante una marcha nocturna. El juez debe decidir sobre la responsabilidad del accidente mortal. La Unión alega que informó de la marcha de las 150 personas a la dirección de Renfe, mientras que la compañía ha defendido siempre que desconocía tal comunicación y que fue una irresponsabilidad circular cerca de las vías.

Castillo prestó ayer declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Alicante que investiga las causas del siniestro. El responsable de la circulación de trenes en Alicante confirmó que el tren disponía de un vagón extra como solicitó la Unión en un fax remitido a la dirección de Renfe en Murcia.

En su declaración, el directivo de Renfe descartó la responsabilidad de la compañía y defendió la actuación del jefe del apeadero de San Gabriel, quien no advirtió al maquinista del tren de la presencia de personas en la vía.

Castillo ratificó el informe remitido por Renfe que asegura que el tren circulaba a 60 kilómetros por hora y que frenó momentos antes de arrollar a los senderistas. Su versión contradice la postura de las acusaciones, que mantienen que el tren circulaba a 90 kilómetros y no frenó hasta arrollar a los senderistas. Castillo negó haberse reunido con el presidente de la Unión, también imputado.

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El magistrado suspendió ayer la declaración del maquinista y del jefe del apeadero tras modificar sus condiciones de testigos y elevarlas a las de imputados. El ayudante acudirá como testigo.

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