Nada nuevo
Los mercados de valores hicieron caso omiso de las pruebas aportadas por Estados Unidos contra Irak, lo que, en la práctica, supone que se mantiene la espera y la incertidumbre.
Al no ponerse las cosas peor, las cotizaciones pudieron moverse con menos presiones y la mayoría de las bolsas terminaron la jornada con avances cuyo significado se pierde en la larga serie de altibajos que se vienen sucediendo desde hace varios meses.
El Ibex 35 recuperó el nivel de los 6.000 puntos con un avance del 2,21% y el índice general de la Bolsa de Madrid subió el 1,75%, mientras que París ganaba el 0,74%, Londres el 2,47%. Francfort subía un 3,40% poco antes del cierre, gracias al tirón protagonizado por Wall Street poco después de la presentación de las pruebas por parte del secretario de Defensa.
El índice Dow Jones de valores industriales llegó a subir un 1,74%, aunque a media sesión el avance se limitaba al 1,13%.
La sesión, hasta entonces, había transcurrido en medio de una enorme apatía en las bolsas europeas, provocada por la subida de los indicadores de paro de Alemania y España, que vienen a confirmar el progresivo deterioro de la actividad económica.
Algunas evaluaciones sobre el impacto que podría tener en la economía una posible guerra contra Irak vinieron a enturbiar algo más el ambiente en el mercado español, pero los resultados de Cisco System y la subida del índice de actividad del sector Servicios en Estados Unidos ya anunciaban una tarde más tranquila, como así fue.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.863,26 millones de euros debido a que la actividad institucional cayó respecto de las sesiones anteriores y en esta ocasión sólo aportó 260 millones de euros al negocio diario.
