Brecht, entre el mal y el bien

"La idea de Europa es muy necesaria; somos una cultura, una familia, por eso los intercambios culturales son muy importantes y no sólo intercambios de mercancías". Por eso, continuó explicando ayer el prestigioso director teatral alemán Konrad Zschiedrich (Leizpig, 1936), el montaje resultante del trabajo conjunto de este experto en la obra de Bertolt Brecht y la joven y dinámica Compañía Teatre Micalet "no será ni alemán ni valenciano"; será una obra europea. El público valenciano podrá comprobar a partir de mañana y hasta el próximo día 16 el resultado de esta colaboración, que pone sobre el escenario del Teatre Micalet de Valencia una de las mejores obras del dramaturgo alemán, La bona persona de Sezuan.

"Brecht es un clásico, como lo son Shakespeare o García Lorca", añade el director teatral en un correcto catalán, sin duda perfeccionado en las numerosas clases y cursos que ha impartido en Cataluña en los últimos años. Un clásico que Zschiedrich maneja con la soltura propia de quien formó parte y dirigió a principios de los ochenta la emblemática Berliner Ensemble, la compañía creada por el propio Brecht para desarrollar su teoría teatral.

Y claro que Brecht (1898-1956) es actual. La forma de representar los problemas de la sociedad puede variar, pero el fondo de los conflictos se mantiene más o menos inalterable. El dramaturgo alemán plantea la relación dialéctica entre el hombre como ser individual, "que se comporta como un lobo", y el hombre como ser social, que se sustancia en "la ironía" de que necesita desarrollarse en sociedad.

"La bona persona de Sezuan es la pieza más completa de Brecht porque en ella logró reunir todas sus preocupaciones", prosigue Zschiedrich. También resumió el argumento: "Tres dioses, que han descendido desde las nubes, buscan alojamiento en la tierra; creen que es imposible ser bueno en este mundo, y han venido a comprobar si queda alguna persona buena. Xente, la prostituta del barrio, les ofrece alojamiento y los dioses le dan una cantidad importante de dinero para abrir un negocio, pero lo comienza a repartir entre la gente necesitada. Cuando está a punto de arruinarse se inventa una prima Xui Ta, que le ayuda a recuperar el negocio".

La obra permite a Brecht hablar de la división entre el mal y el bien y "lo hace con humor, con un toque de fábula un tanto fantástico, con un didactismo típicamente brechtiano; los actores cantan, comentan con el público provocando así una inmersión del espectador en la obra de una manera lúdica", agregó el gran director de actores, como manifiestan los intérpretes que trabajaron con él, por ejemplo, en la obra producida en 1990 por el extinto Centre Dramàtic de la Generalitat y dirigida por él, Un amic qualsevol, de Slawomir Mrozeck.

Ahora, gracias a la amistad que le une al director y actor Joan Peris, uno de los responsables de la compañía del Micalet, Zschiedrich ha recalado en Valencia con este nuevo montaje que cuenta con un amplio reparto: Pilar Almería, Resu Belmonte, Magda Casanova, Josep M. Casany, Rafael Contreras, Enric García, Paco Gisbert, Iolanda Muñoz, Joan Peris, Isabel Requena, Pep Ricart y Ximo Solano. La música es de Paul Dessau. El director destacó que gracias al gran esfuerzo y al talento de la compañía, que "no busca el dinero", se han superado "los límites económicos y materiales" del montaje de una obra de esta envergadura.