"Es mentira que haciendo un trasvase, ni dos, ni tres, se solucione el problema del agua"
Carles Arnal fue elegido el sábado de la semana pasada por su partido, Els Verds, para ocupar el número dos en la lista a las Cortes Valencianas por Valencia de l'Entesa, la coalición integrada por Els Verds y Esquerra Unida y Esquerra Valenciana. En un referéndum interno, Arnal se impuso al otro candidato, David Hammerstein. Un proceso que el partido ha vivido con cierta tensión pero que Arnal califica de positivo. Ahora, este veterano militante ecologista, doctor en Biología, profesor de instituto en Valencia, nacido en Vila-real y a punto de cumplir 46 años, aspira por segunda vez a ocupar un escaño en las Cortes Valencianas. En 1995, también de la mano de una coalición de Els Verds y EU, se quedó a las puertas. En esta ocasión tiene el escaño prácticamente garantizado.
"Lo tenemos muy claro, todo ha de ser gestionado desde la sostenibilidad"
"Con lo del trasvase se engaña a los agricultores, que no podrán pagar el agua"
Pregunta. ¿Qué significa para usted la elección como candidato?
Respuesta. Un reto, mucho trabajo, y un compromiso, porque mucha gente confía o tiene esperanzas de que se transformen cosas. Lo veo como un encargo de mucha responsabilidad que intentaré hacer lo mejor posible. No tengo muchas ansias de hacer una gran carrera política, ni nada de eso, pero una serie de amigos me han convencido y me han empujado para que esté ahí. Ya veremos.
P. ¿Se ve usted a sí mismo sentado en un escaño en las Cortes Valencianas?
R. La verdad es que no me acabo de ver, será cuestión de aclimatarse. Se puede hacer mucho. Hay gente que hace mucho trabajo bueno allí, y también la hay que no lo hace y malutiliza la posibilidad de transformar cosas desde un sitio así. Yo, desde luego, si voy allí será para trabajar, para hacer cosas en las que he creído siempre. El trabajo social, en el que he estado muchos años, llega a un punto en el que topa con limitaciones; en el Parlamento puede llegar más lejos, tener otra eficacia. Pero no como algo separado de lo otro, sino como una continuación de lo que estaba haciendo. Para mí es muy importante estar allí para trasladar lo que dicen la sociedad, los movimientos sociales, los grupos ecologistas, toda la gente con la que he trabajado tantos años.
P. Es evidente que la situación de los partidos verdes, no sólo en Valencia, sino en España y en Europa, es muy diferente a la de hace unos años. ¿Qué nueva perspectiva hay ahora?
R. Creo que es mucho más favorable en todos los ámbitos. Desde el punto de vista del contexto mundial y europeo está clarísimo: hay verdes en gobiernos en varios países, hay partidos verdes muy grandes, muy importantes y significativos en toda Europa, continúan emergiendo y creciendo; también en el contexto estatal, donde la situación de hace unos años era de mucha dispersión, ha mejorado mucho y tenemos gente en Baleares y en Andalucía trabajando en las instituciones. En el País Valenciano también hemos crecido. Esto nos acabará de hacer crecer. Será un cambio cualitativo. Porque en esto hay siempre un círculo vicioso: si no tienes representación parlamentaria o institucional, tienes pocos recursos y te conocen poco, y entonces no creces. Es un círculo que hay que romper, y romperlo interviniendo en las instituciones.
P. Desde su ideología verde, ¿cuál sería la primera medida que adoptaría en caso de gobernar?
R. No diré sólo una, es imposible. Hay muchas cosas necesarias:los residuos, el reciclaje, los transportes, el tráfico, la ordenación territorial, evitar la destrucción del poco litoral que aún nos queda en condiciones de dignidad ecológica, proteger los espacios forestales, o temas como las energías alternativas. Hay muchas cosas urgentes, pero se han de conectar todas. Y no sólo en medio ambiente, porque los verdes no significa sólo medio ambiente, entendemos prioritaria la defensa del pacifismo y de la no violencia y en este contexto prebélico que se nos presenta es prioritario defender la paz y luchar por que los recursos se destinen a las cuestiones importantes para la sociedad, como la educación, la sanidad, los servicios básicos. Realmente, cuando hablamos de política verde justamente lo que queremos hacer comprender es que ya no es sólo eso de cuidar el jardín con unas margaritas y olvidarse del resto de la casa. Verde significa que no hay diferencia entre ese jardincito y el resto de la casa. Todo ha de ser gestionado desde el punto de vista de la sostenibilidad. Los partidos mayoritarios esto no lo entienden en absoluto, muchos técnicos destacados tampoco acaban de ver la necesidad de promover transformaciones sociales desde la sostenibilidad. Pero nosotros lo tenemos muy claro y queremos avanzar, naturalmente, al ritmo que la gente pueda entender.
P. Ha hablado de guerra, la de Irak, pero sobre el País Valenciano planea otra, la del agua. ¿Qué piensa del trasvase y del Plan Hidrológico Nacional?
R. Pienso que lo que hace la Administración del PP es engañar a los valencianos de una manera descarada y lamentable, porque ese trasvase no va a solucionar los problemas del agua. Porque el problema no es que ahora llueva menos que antes, llueve lo mismo, tenemos los mismos recursos, pero cada vez consumimos más y no ganamos en eficiencia para regular esos recursos. Por tanto, es una absoluta mentira que haciendo un trasvase, ni dos ni tres, vayamos a solventar el problema. Las soluciones han de venir desde la racionalidad, desde algo en lo que coincidimos con todos los expertos a nivel económico, ambiental, agronómico sin deuda con el poder que están criticando este plan. Y son medidas de actuar sobre la demanda, de regular los usos y de mejorar la eficiencia. Tendremos que hacer un trabajo explicativo a la sociedad. Se está engañando a los agricultores especialmente, los están utilizando como espantajo. Dicen: "Los valencianos queremos agua". Claro que sí, ¿quién puede no querer el agua? El problema es que este plan no solucionará nada. Nosotros queremos que se resuelva con mecanismos reales.
Lo de los agricultores es dramático, porque nadie les garantiza que ese agua les llegará en la parte que necesitan, ni a un precio que puedan asumir. Se están tragando todo, se están creyendo esas mentiras de la Administración y yo creo que los principales perjudicados serán los pequeños agricultores, que no podrán asumir el sobrecoste del agua. El agua se la llevarán quienes más dinero tengan y más pujen en ese mercado, que serán quienes están construyendo como locos, urbanizándolo todo. Y ahí chuparán tal cantidad de agua que ni uno, ni dos, ni tres trasvases del Ebro serían suficientes.
P. ¿Cree que el trasvase se llegará a hacer?
R. Creo que sí, pero en el peor sentido, en la parte más destructiva. Se empezarán a hacer roturaciones de terrenos, infraestructuras, se horadarán montañas, se dañará el medio ambiente, se estimularán más aún los efectos perversos bajo el anuncio de que llegará agua, crecerán las expectativas de urbanizar, de nuevos campos de golf, de consumo irrefrenable. Y al final tampoco quedará agua o, en todo caso, muy poca, y mala, y no se habrá solucionado nada. Pero confío aún en que haya respuestas sociales y se pueda parar un proyecto que es descabellado.
P. ¿Por qué tiene tanto interés el Gobierno en hacer el PHN?
R. Hay dos tipos de respuesta, unas más objetivas, otras más sociológicas. Una es que hay intereses económicos muy fuertes detrás del proyecto, que no son los pequeños agricultores, sino los que tienen el dinero, apoyan a este Gobierno y orientan su camino. Otra es que proyectos así son los que salen cuando un Gobierno no tiene una idea mejor, o no es capaz de hacer una gestión realmente al servicio del ciudadano; entonces, se buscan proyectos emblemáticos, que se acompañan con una carga demagógica y una campaña publicitaria tremenda en todos los medios que controla de manera descarada. Es una política de grandes palabras, grandes fotos y de pocas y malas realidades.
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