Marginales, pero del país

En apenas una hora y media, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, realizó toda una inmersión en el Fòrum. Fue una rauda visita que estuvo precedida de un cierto lío de agendas: la del ministro Josep Piqué; la del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y la del alcalde, Joan Clos. El problema era -y no es la primera vez que ocurre- la presencia conjunta de los tres para evitar protagonismos.

Prodi se mostró encantado: "Es un ejemplo de acuerdo y entendimiento político, se ha convertido en una operación urbanística al servicio de la ciudad y es un ejemplo de integración de cosas que todo el mundo quiere tener lejos, como las depuradoras. Me parece estupendo que sobre la depuradora se haga el Fòrum".

Lo vio de cerca, desde el mirador. Fueron unos 10 minutos de explicaciones de Joan Clos y de Jordi Pujol sobre las principales señas de identidad del recinto del Fòrum. El tercer miembro del triunvirato político, Piqué, faltó en esa foto porque tenía que ir a Madrid, aclararon fuentes del Partido Popular.

"Esa estructura de ahí es el esqueleto del edificio Fòrum, la de este lado es el centro de convenciones y por ahí se va construyendo la explanada. Para hacerlo cubrimos el cinturón de ronda. Paramos el tráfico por la noche y ponemos vigas", resumió Clos. Y siguió: "Allí irá un campus universitario. Aquellos bloques se reformarán. Es el barrio de La Mina, uno de los más difíciles de la ciudad, con muchos problemas y conflictos". En ese punto terció Pujol: "Es un barrio con muchos marginales, pero del país".