Tres comunidades se mantienen en alerta por el riesgo de aludes
Sólo nueve poblaciones en Burgos y una en Cantabria seguían aisladas ayer
Protección Civil mantenía ayer la alerta en tres comunidades pirenaicas, Cataluña, Aragón y Navarra, por el riesgo de aludes en zonas de montaña tras la rápida acumulación de nieve. Según el Instituto Nacional de Meteorología, remite el temporal que ha azotado una gran parte de España desde el pasado miércoles. A las siete de la tarde de ayer ya no era necesario el uso de cadenas en ningún puerto ni tramo de carretera de la red principal, informa Efe.
Pese a que la situación tiende a normalizarse, las nevadas pueden continuar, aunque en cotas elevadas, por encima de los 1.000 metros. Sigue cerrado al tráfico el túnel fronterizo de Somport, en Huesca, también a causa del riesgo de aludes que persiste en la vertiente francesa, y el puerto oscense de Portalet, en la A-136.
La nieve sigue dificultando la circulación en numerosos tramos de carreteras locales, especialmente en las provincias de Asturias, Huesca, La Rioja, Lleida, Soria y Teruel. En Burgos, seguían cerrados al tráfico ayer por la tarde los puertos de montaña de Portillo de la Sía, Portillo de la Lunada y Trueba; en Cantabria, los de Palombera, La Sía, Lunada y Estacas de Trueba, y en Cuenca, el de Cubillo.
En La Rioja estaba cerrado el puerto de Montenegro; en León, no se podía circular por los de Vegarada, Pandetrave, Pando, Monteviejo, Las Señales y Aralla; en Lleida, seguía cerrado el de la Bonaigua; en Navarra, el de Belagua, y en Soria, el de Santa Inés.
Apertura de carreteras
La acumulación de nieve mantuvo incomunicadas por carretera durante el día a unas 1.600 personas de 65 municipios. La mayor parte de estos núcleos de población, medio centenar, se encuentran en la provincia de Burgos.
A última hora de la tarde, sin embargo, se había conseguido despejar muchas de las vías impracticables y sólo quedaban aisladas nueve localidades burgalesas. En Cantabria, únicamente estaba incomunicado Tresviso, donde residen 59 personas.
El riesgo de aludes, que ha motivado que la Dirección General de Protección Civil mantenga la situación de alerta en las tres comunidades pirenaicas, se localiza, además de en Navarra, en las provincias de Lleida y Huesca, según informó el citado organismo.
El tráfico ferroviario tendía a normalizarse por completo. El último tramo que se despejó en las líneas de Renfe fue el que une Palencia y Reinosa. En Aragón, sin embargo, en la línea entre Jaca y Canfranc sólo circulaba el quitanieves. En Asturias se estaban explorando la vías, mediante locomotoras dotadas de cuñas quitanieves, en el Puerto de Pajares.
La totalidad de los aeropuertos españoles operaba con normalidad. El de El Prat (Barcelona) reabrió al tráfico aéreo al mediodía la pista que permanecía cerrada a causa del fuerte viento, después de que el Servicio de Meteorología de la Generalitat de Cataluña diera por finalizada la previsión de fuertes vientos.
Las nevadas han afectado especialmente a La Vall d'Aran, en Lleida, que se encuentra en la vertiente continental de los Pirineos. El pasado viernes, en pleno temporal de nieve y viento, se produjo una avería en la zona del Bajo Aran que dejó sin suministro eléctrico durante varias horas a 700 vecinos.
El temporal también ha obligado a finalizar antes de tiempo la temporada de caza en la comarca. El túnel de Viella quedó ayer abierto al tráfico. La Vall d'Aran estaba incomunicada por carretera a causa de la nevada desde el viernes.
También se ha conseguido normalizar las comunicaciones en Baleares. Las últimas carreteras que seguían cortadas se reabrieron el sábado por la noche y ayer se reanudó el tráfico marítimo desde los puertos de Mahón y Ciudadela, en Menorca.
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