Chicano termina su 'capilla pop' en la cofradía de la Esperanza de Málaga

Quince meses de trabajo ha empleado Eugenio Chicano para pintar cuatro siglos de la historia de Málaga en los techos del salón de tronos de la cofradía de la Esperanza. El pintor describe la memoria de esta hermandad del barrio de El Perchel, en su característico estilo pop, mezclando elementos sacros y populares. El mural, en tres aguas, ocupa unos 400 metros cuadrados, y constituye una particular capilla sistina en la casa hermandad construida hace una docena de años junto al cauce del Gaudalmedina.

Esta hermandad, del popular barrio de El Perchel, cuando estaba radicada en la capilla de Santo Domingo, ya se atrevió con otro encargo moderno: un mural al pintor granadino Miguel Rodríguez Acosta, que realizó un fresco neocubista. Cuando la cofradía se trasladó a su nueva capilla, encargó que se pasara esa pintura a unos paneles y ahora aquel mural ocupa el fondo vertical de la primera planta de esta sala. Todavía no se ha afrontado la tarea de armonizar el entono de ambas pinturas.

Eugenio Chicano, que acaba de cumplir 67 años, recibió este encargo de pintar los techos en junio de 1999. Hizo su propuesta en unos bocetos y empezó la pintura de más de 40 paneles en julio de 2001. Cuando estaba cerca de terminar, tubo un accidente que pudo costarle la vida: se cayó de un andamio y se fracturó el omóplato y varias costillas. En septiembre terminó la pintura y a continuación se inició el trabajo de instalación de los paneles en el techo.

El mural, de 27 metros de largo, en tres planos, cuenta con colores planos y vivos la historia de esta agrupación, desde su fundación en 1576 por el gremio de los toneleros que fabricaban los barriles para el vino de Málaga. En la obra salen 170 personajes y hay 84 retratos. Se destaca la figura de mecenas, donantes y hermanos relevantes. "Está el escultor Mariano Benlliure que donó el Cristo; los Dominicos, que es la congregación vinculada a la cofradía".

Los dos paneles inclinados están dedicados uno al Nazareno del Paso, y otro a la Virgen de la Esperanza, "cuya hermandad se fundó 70 años después que la del Dulce nombre de Jesús, para fusionarlas", explica el hermano mayor actual Juan Bujalance. El encargo de la obra se realizó durante el mandato del anterior hermano mayor, Carlos Ismael Álvarez. En el lado de la Virgen hay varios paisajes de Málaga: la catedral, los montes, la Alcazaba y el castillo de Gibralfaro, junto a escenas de la coronación de la Esperanza, de su trono por las calles y un aguador que refresca el romero que se tira al paso de la Virgen.

Al otro lado, hay otros paisajes malagueños, como el puente de los alemanes, la iglesia de Santo Domingo o la plaza de la Constitución, en el momento de la bendición del Cristo. En el centro de este lado, se representa el misterio del bautismo.

La parte horizontal tiene distintos motivos, pero el más llamativo es el elemento menos sacro de toda la obra: los signos del zodíaco. Chicano reitera que su mural es un homenaje a los titulares de la hermandad y a los cofrades, "pero también al pueblo que arropa al Cristo y a la Virgen en la calle todos los jueves santos".