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Varios policías exhiben pistolas durante una protesta de pacifistas en Alicante

Un acto pacifista acabó ayer en Alicante con violencia. Un grupo de jóvenes quería manifestar su rechazo a los ejércitos y su oposición a la guerra con Irak. Para ello, organizaron una acción que consistía en pintar de blanco e "intentar demoler de forma simbólica" un monumento militar instalado en la plaza del Mar. Un amplio despliegue policial frustó sus planes, y en unos segundos seis pacifistas vestidos de blanco fueron detenidos. Anoche permanecían en el calabozo y hoy declararán ante el juez. Otros 30 simpatizantes del colectivo antimilitarista Tortuga fueron identificados por la policía. Un portavoz del colectivo, Fernando Davó, tildó de "desproporcionada" la acción policial. Los agentes, pistola en mano, redujeron "con represión y violencia" al grupo, que portaba una pancarta con la leyenda: "Ningún ejército. Ninguna guerra".

Un policía, con la pistola en la mano, intenta impedir el destrozo de un monumento militar de Alicante.
Un policía, con la pistola en la mano, intenta impedir el destrozo de un monumento militar de Alicante.PEP GARCÍA
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