Defensa suministra a Israel antídotos frente a ataques con armas químicas
El Gobierno envía al Estado hebreo decenas de miles de dosis de las farmacias militares
España ha suministrado a Israel decenas de miles de dosis de antídotos para hacer frente a los ataques con agresivos químicos que Irak podría lanzar como represalia ante una invasión por parte de EE UU. Aunque no se ha informado del volumen total del suministro, el cargamento enviado en los últimos días pesa casi una tonelada e incluye, entre sus productos, inyectables de atropina, una droga eficaz para combatir las intoxicaciones con sarín y otros gases nerviosos. España es uno de los pocos países suministradores de este tipo de antídotos, producidos en los laboratorios del Ministerio de Defensa.
Aunque formalmente se trata de una operación comercial, la venta se ha negociado entre ambos Gobiernos. Los antídotos se fabrican en farmacias militares y forman parte de la dotación de los ejércitos, por lo que su exportación está sujeta a un riguroso control. Por parte española, constituye un gesto político de apoyo y una contribución a la defensa de Israel ante la inminente guerra con Irak. Ya en 1991, Sadam Husein lanzó misiles Scud contra el Estado hebreo aunque, en contra de lo que se temía, no estaban cargados con agresivos químicos.
No será ésta la única aportación española al conflicto. El Gobierno ya ha anunciado públicamente que permitirá a EE UU el uso de las bases conjuntas. El tráfico de buques y aviones militares por Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla) se ha multiplicado en las últimas semanas, mientras EE UU acumulaba más de 100.000 soldados en el golfo Pérsico. Ayer llegaron a la base de Zaragoza cazas F-16 estadounidenses, aunque en este caso se trata de un ejercicio de adiestramiento programado con anterioridad.
Pese a que el Ejecutivo insiste en que no ha recibido ninguna petición formal de EE UU, el Estado Mayor de la Defensa elabora ya planes sobre la eventual contribución militar. Se da por seguro que habrá barcos españoles en la zona. A la fragata Canarias, que navega en el Índico dentro de la operación Libertad Duradera, de lucha contra el terrorismo, podría sumarse algún otro barco en el propio golfo Pérsico.
Planes de Estado Mayor
Una de las opciones que barajan los mandos militares es que dicho buque lleve a bordo una unidad de Infantería de Marina, que estaría disponible en el propio teatro de operaciones para desembarcar si el Gobierno decidiera finalmente, en función del desarrollo de los acontecimientos, que soldados españoles interviniesen sobre territorio iraquí.
La unidad de operaciones especiales del Tercio de la Armada es conocida por EE UU, ya que sus miembros no sólo protagonizaron la interceptación de un carguero norcoreano con misiles Scud para Yemen en diciembre pasado, sino que hacen ejercicios periódicos con sus homólogos de la Navy destinados en Rota.
La participación española dependerá también de que la OTAN preste finalmente los apoyos que le ha pedido EE UU. En la unidad de aviones AWACS de alerta temprana hay más de 40 españoles y las tres flotas de la OTAN (dos de escoltas y una de buques contraminas) tienen barcos españoles. Con todo, la mayor aportación puede derivarse de la puesta en práctica de los planes de refuerzo de Turquía frente a represalias de Irak.
Estos planes, que en la Alianza tienen carácter permanente, incluyen el despliegue de un escuadrón de cazas F-18 en la base turca de Incirlik y el envío de efectivos de la Brigada de Cazadores de Montaña, unidades ambas asignadas a la Fuerza de Reacción Rápida de la OTAN. Durante la guerra de 1991 se trasladó a Turquía el componente aéreo de dicha fuerza, pero no el terrestre.
Las fuentes consultadas estiman que el despliegue en Turquía de un destacamento de F-18 y aviones de reabastecimiento en vuelo, como el que España mantuvo en Aviano (Italia) hasta el año pasado, tendría más valor político que militar, ya que Irak carece de aviación y la única amenaza para los países vecinos son los misiles Scud. Sin embargo, los F-18 podrían jugar un papel en la posguerra prestando apoyo aéreo a las fuerzas de ocupación, como ya hicieron en Bosnia y Kosovo.
Es en esta fase cuando la aportación española será previsiblemente más numerosa, según las fuentes consultadas. EE UU ha mostrado reiteradamente su interés por la Guardia Civil, dado su doble carácter policial y militar, pero los efectivos disponibles son limitados, so riesgo de desatender sus misiones domésticas.
En la posguerra o durante la guerra, según cómo se desarrolle, España podría aportar unidades de castrametación, especializadas en el levantamiento de campos para refugiados; equipos de desactivación de explosivos u hospitales de campaña, todos con experiencia en conflictos anteriores.
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