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Cisma en la federación

Villar destituye a Gerardo González, su mano derecha durante 14 años, por sus discrepancias con Juan Padrón, el vicepresidente que lleva las cuentas

La Federación Española de Fútbol (FEF) se ha quedado sin uno de sus más altos ejecutivos, el secretario general. Su presidente, Ángel María Villar, anunció ayer a Gerardo González que dejaba de ocupar el cargo que ha desempeñado durante los últimos diez años. La FEF no ha aclarado los motivos del despido de su secretario general y éste, por el momento, no desea ser demasiado explícito. La de González era una destitución anunciada después de trascender las profundas discrepancias de gestión entre él y el vicepresidente de la FEF, Juan Padrón, adjunto a la presidencia y responsable de los asuntos económicos del organismo.

"La conversación con Villar apenas duró un cuarto de hora. Me ha dado un abrazo y me ha dicho que la situación interna por la que atraviesa la FEF aconsejaba finalizar mi relación contractual", comentó ayer González, un pontevedrés que llegó al organismo federativo en 1985 de la mano del presidente de entonces, José Luis Roca, para ocupar la jefatura de prensa y pasar después a director de relaciones externas en 1990, dos años después de la llegada de Villar a la presidencia. Rápidamente, en 1992, Villar le nombró secretario general. "No quiero hablar de guerra", añadió González; "no me gustaría transmitir ningún tipo de resquemor. He trabajado de acuerdo a un ideario, que se ha variado en todo o en parte".

"El presidente ha considerado que lo mejor, ante el problema que atraviesa la federación, era rescindir el contrato", fue también lo máximo que explicaron fuentes federativas a través de uno de sus jefes de prensa, Rogelio Núñez. Villar no hizo declaración alguna, como tampoco Padrón, al que se señala como uno de los principales protagonistas de las discrepancias que han motivado la marcha del secretario general al afectar sobre todo al capítulo económico.

Leganés-Tenerife

Estas discrepancias se arrastran desde hace un par de años y saltaron con motivo de una denuncia del Leganés por una alineación indebida de un jugador del Tenerife, club que pertenece a la federación territorial que, a su vez, preside Padrón. Los comités disciplinarios dieron la razón al Leganés, pero el Tenerife ganó el recurso en última instancia. Con el paso del tiempo las diferencias no sólo aumentaron, sino que trascendieron puertas afuera de la FEF y fue su presidente quien las hizo públicas el pasado 20 de diciembre en el discurso que realizó en la tradicional cena navideña con los medios informativos.

Tanto la federación como González iniciaron ayer con sus abogados las negociaciones para formalizar los términos de la extinción laboral. El secretario general incluyó en su contrato, considerado de alta dirección, cinco anualidades como compensación en el caso de que fuera rescindido por la otra parte, lo que viene a suponer un millón de euros.

La FEF, por otro lado, anunció que no tiene previsto disponer por ahora de secretario general. Cuando Villar accedió a la presidencia, hace ya más de 12, en los dos primeros años no contó con secretario general y fue él mismo el que desempeñó esa función.

González aseguró que en el futuro piensa seguir vinculado al mundo del fútbol. Bajo su paraguas estaban principalmente los comités disciplinarios y la organización arbitral.

Gerardo González (a la izquierda) y Ángel María Villar, durante una reunión en la federación.
Gerardo González (a la izquierda) y Ángel María Villar, durante una reunión en la federación.EFE

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