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Reportaje:

Una adopción de ida y vuelta

L'Ametlla retira hoy su reconocimiento a Manuel Jiménez de Parga

En el Ayuntamiento de L'Ametlla del Vallès todo el mundo está de acuerdo: Manuel Jiménez de Parga ya no se merece el título de hijo adoptivo del pueblo.Por eso, el pleno municipal de hoy se lo retirará por cuestionar el concepto de nacionalidades históricas. Y lo hará por unanimidad. Al otorgarle el título, en 1995, la decisión también fue unánime. La adopción ha resultado ser, pues, de ida y vuelta.

A Jiménez de Parga lo adoptó L'Ametlla pese a que "su casa de veraneo y fines de semana está en La Garriga desde hace más de veinte años", asegura Albert Palay, del Grupo Independiente de L'Ametlla (GIA) y actual alcalde de esta población residencial del Vallès Oriental.

No hay duda alguna de que Jiménez de Parga ha tenido cargos muy importantes. Es magistrado del Tribunal Constitucional desde 1995 y ha sido diputado de UCD, ministro, embajador... Pero ¿por qué L'Ametlla decidió hacerle hijo suyo? En el informe que por aquel entonces se redactó se esgrimían las siguientes razones: "Abrir las puertas de las instituciones de todo el Estado" , "haber ofrecido una valiosa colaboración a través del asesoramiento" y "facilitar la agilización de trámites".

No hay nada como tener un buen vecino, en el propio o en otro término municipal. De hecho, si hay una autovía que llega hasta L'Ametlla es gracias a que un presidente de la Diputación de Barcelona, el marqués de Castellflorite, tenía su residencia en aquellos parajes.

Pero el vecino todopoderoso ha caído en desgracia. Y el único que defiende que Jiménez de Parga ha hecho mucho por L'Ametlla es el alcalde que decidió nombrarlo hijo adoptivo: Josep Garcia, de Alternativa Independent de l'Ametlla (AIA). Garcia dejó la alcaldía en 1997. Y lo hizo a la fuerza. Hubo una moción de censura y durante un año Garcia se negó a convocar el pleno para debatirla. CiU y el Grupo Independiente de L'Ametlla lo acusaron de mala gestión y de crear un agujero de más de 400 millones de pesetas.

Ahora, como concejal, se verá en la situación de tener que retirar el título "a su amigo" por unas "desafortunadas declaraciones". "Cuando llegué a la alcaldía la situación era deplorable, calles sin asfaltar, el dispensario era algo infecto... Jiménez de Parga me ayudó a conseguir subvenciones, hacía llamadas", explica. "Me abrió muchas puertas; en la Generalitat, nadie me las abría porque yo era independiente", agrega. El gabinete de abogados de Jiménez de Parga defendió a Garcia en alguna ocasión en el juzgado de Granollers. "Que yo recuerde no me cobró nada", asegura el ex alcalde. ¿Qué subvenciones ayudó a conseguir el presidente del Tribunal Constitucional? Garcia no lo recuerda con exactitud. Jaume Codina, de CiU, afirma que "es absolutamente falso" que Jiménez de Parga ayudara a obtener dinero público para que L'Ametlla ganara infraestructuras. Hicieron mucho más, según Codina, los diputados de CiU "que ayudaron a que L'Ametlla tuviera un polideportivo". CiU también dio su beneplácito a la adopción. Lo hizo, según el concejal, porque L'Ametlla abrió sus brazos maternales "al mismo tiempo al consejero Josep Laporte". También el PSC estuvo de acuerdo en adoptarlo. El concejal socialista Jordi Pousa asegura: "Fuimos convidados de piedra y no nos opusimos porque en aquel momento Jiménez de Parga tenía posturas progresistas". Pousa asegura que en la ceremonia en la que se otorgó el título de hijo adoptivo, Jiménez de Parga pidió "el voto para Garcia".

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