La Audiencia encarcela a un colaborador de ETA liberado por la juez Ruth Alonso
Kepa Narbarte cumplirá la condena pendiente en sólo tres meses
La Audiencia Nacional ordenó ayer el ingreso en prisión del colaborador de ETA Kepa Narbarte, El Lechugas, al que la juez de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao, Ruth Alonso, había concedido la libertad condicional en junio de 2002, después de que el recluso hubiera cumplido más de las tres cuartas partes de su condena. La medida se ha adoptado de forma cautelar al menos hasta que el tribunal resuelva el recurso planteado por el fiscal Pedro Rubira contra la libertad condicional de Narbarte. A éste le restan únicamente tres meses para el total cumplimiento de la pena.
El tribunal, integrado por los magistrados Francisco Castro Meije, Ángela Murillo y Luis Martínez de Salinas, ha justificado la detención y posterior ingreso en prisión de Narbarte "para hacer posible el resultado de lo que pueda ser acordado" en la vista del recurso presentado por el fiscal contra la concesión del tercer grado penitenciario, lo que equivale a la semilibertad, al colaborador de ETA. La vista de la apelación se ha fijado para el próximo día 30.
Es decir, el tribunal considera que Narbarte, al que le quedan tres meses para el cumplimiento definitivo de su condena de ocho años de prisión por colaboración con ETA, podría escaparse, en el caso de que estuviera en libertad cuando ellos decidiesen que volviera a la cárcel para cumplir los tres meses que le quedan hasta que la condena quede totalmente extinguida.
La detención y la prisión cautelar de Narbarte fue instada por el fiscal Pedro Rubira, "para evitar la fuga del condenado, en cuyo caso, el perjuicio sería irreparable".
El Lechugas fue detenido en 1994 por colaboración con el comando Vizcaya de ETA. Tras pasar cuatro años de prisión preventiva, fue puesto en libertad el 25 de noviembre de 1998. El Tribunal Supremo, en septiembre de 2001, confirmó la condena que le había impuesto la Audiencia Nacional, que se elevó a ocho años y un día de prisión por delito de colaboración con banda armada. Narbarte fue conducido de nuevo a prisión.
Tercer grado
Pero el 21 de junio de 2002 Narbarte fue puesto en libertad condicional por la juez de vigilancia penitenciaria de Bilbao, Ruth Alonso, después de que hubiera cumplido más de las tres cuartas partes de la condena.
Desde aquella fecha el colaborador de ETA había acudido a todos los llamamientos y había cumplido con todas las presentaciones periódicas exigidas por la magistrada.
Pero el fiscal de Bilbao recurrió el fallo el 27 de junio y tras la decisión del Supremo de que los recursos contra las decisiones de los jueces de vigilancia penitenciaria no deben resolverlos las Audiencias Provinciales, sino el tribunal sentenciador, el recurso del fiscal contra la libertad de Narbarte pasó a la Audiencia Nacional.
Ayer, el recluso fue detenido en su domilicio y conducido a la Audiencia Nacional.
Su abogada, Ainhoa Baglietto, argumentó que la Audiencia Nacional era competente para resolver el recurso del fiscal, pero no para acordar cautelarmente su prisión.
El tribunal no aceptó esa interpretación y se declaró competente para pronunciarse sobre la medida cautelar solicitada por el fiscal.
Acto seguido se celebró una vistilla en la que el tribunal ofreció la palabra a Narbarte para que formulase alegaciones en su favor. "No sé por qué me hacen esto ahora", dijo el recluso. "Yo sigo en el caserío y he estado firmando", añadió en referencia a las presentaciones realizadas en el juzgado más próximo a su domicilio.
El fiscal reclamó la prisión alegando que existe un "evidente riesgo de fuga" y señaló que Narbarte sigue perteneciendo a ETA como demuestran las sanciones disciplinarias que figuran en su expediente penitenciario, por haber seguido las consignas del colectivo de presos de ETA. Narbarte interrumpió al fiscal diciendo "eso no es verdad", pero fue llamado al orden por el tribunal.
Tras la correspondiente deliberación el tribunal acordó su ingreso en prisión.
Éste es el primer caso en que la Audiencia Nacional revisará la concesión de libertad de un colaborador de ETA. En los próximos meses, llegarán al tribunal al menos otros cinco casos, cuya libertad fue también acordada por la juez Ruth Alonso.
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