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VISTO / OÍDO
Columna
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"S'acabao"

¿Qué se ha acabado, como anunció Aznar en su última arenga? El juego del eslogan suele ser una interjección sin sentido real; sea el "¡Nunca máis!" del dolorido gallego, o el "¡Basta ya!" de los vasco-españoles. "Ya" indica inmediatamente: sus proclamadores han ido envejeciendo y desgastándose sin que su deseo se cumpla: no pueden hacerlo. "Nunca más" compromete un futuro que no está en manos de quienes lo pronuncian. Como se dice "intolerable" por parte de aquellos que no pueden interrumpir lo que acusan, y tienen que tolerarlo.

Las gritadas palabras de Aznar suenan a amenaza, y diseñan a los amenazados como verdaderamente malos. El eje del mal. Son "los que se quedarán ladrando su rencor por las esquinas"; sería un buen verso de tango, pero en política no tiene más sentido que el que dieron Franco y sus escritores a los que no aceptaban su dictadura. O sea, muy malo. ¿Cuántas veces lo habrán escrito el abuelo y el padre de este mitinero? Para él es una tradición. Y ¿quiénes son esos ladradores de esquina? Los "profesionales del resentimiento". Rara profesión. Es propia de la persona "que se siente maltratada por la sociedad o por la vida en general". Es evidente que esas personas pueden estar realmente maltratadas si la sociedad o el orden de la vida están en manos de sus enemigos o de quienes no aceptan sus derechos. Si el franquismo perseguía y atacaba a la mitad de España, convirtiendo en resentidos a los que mataba, encarcelaba, exiliaba, quitaba sus puestos, negaba sus derechos de ciudadano, es normal que los encontrase resentidos y le diera a la palabra el tono peyorativo de rojos, de antiespañoles o de agentes pagados por el comunismo (internacional, naturalmente: apátridas). Fraga era uno de los que pronunciaban entonces esas palabras, y estimulaba a los demás a escribirlas y gritarlas: para algo era el ministro de propaganda ("información") de Franco: y Fraga estaba allí, en primera fila, aturdido y modorro, y a él fue el elogio, la admiración, el entusiasmo de Aznar. Luego el "s'acabao" madrileñista del Jefe quiere decir que no va a tolerar, que basta ya, de resentidos y de rencorosos, que si son profesionales es porque viven de ese trabajo (interpreto). ¿Cómo lo va a acabar? Supongo que será con la "cascada" de medidas que anunció como favorables al pueblo español: podría ser la de acabar con los antiespañoles. Hasta ahora, las medidas de lo que aún no es cascada aumentan la represión. Su fuerte. El franquismo redivivo.

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