Ocho de las 60 regiones con más paro en la UE ampliada son españolas
Cataluña es la única zona española en la lista de mayor tasa de empleo europea
España resulta malparada a la hora de comparar sus tasas globales de empleo y desempleo en la UE, pero la comparación aún resulta más negativa cuando se hace por regiones. Un estudio realizado por la Comisión Europea entre los 27 Estados que formarán la UE en 2007 pone de relieve que ocho de las regiones figuran en el listado de las 60 que más paro sufren, mientras únicamente Cataluña está entre las que tienen mayor tasa de empleo. Es la tasa de paro o empleo la que algunos países como España desean que se tenga en cuenta en el futuro a la hora de repartir los fondos europeos.
España, según las estadísticas de Eurostat del pasado noviembre, registra un paro del 11,8% frente al 7,7% de media en la UE actual. Pero en el documento de seguimiento del Segundo Informe sobre la Cohesión Económica y Social que esta semana aprobará la Comisión, se incluyen esas elocuentes tablas, con datos de 2001, sobre el nivel de paro por regiones en los 27 países que estarán en la Unión dentro de cuatro años. Andalucía figura en el número 13º de esa tabla, con un nivel de paro del 22,3% (642.000 desempleados, de los que el 29,6% es de larga duración), sólo superado por siete regiones de Polonia, Eslovaquia y Bulgaria, así como por tres regiones ultraperiféricas francesas (Reunión, que encabeza el listado con un 33,3% de paro, Guadalupe y Martinica) y dos italianas (Calabria y Campania).
Sólo dos puestos detrás de Andalucía figura Extremadura, con un 22,1% de tasa de paro (97.000 parados, de los que el 18,5% es de larga duración). A continuación figuran Ceuta y Melilla (considerados en esa tabla como zona única). Galicia (14,7%) y Asturias (14,4%) están incluidas en los puestos 40º y 42º, Cantabria en el 53º, Canarias en el 56º y Castilla-La Mancha en el 58º. Eliminando de la tabla las regiones de los países candidatos, las ocho zonas españolas mencionadas quedarían entre las 30 con mayor nivel de paro en toda la UE.
Por el contrario, no figura ninguna región española en el listado de las 75 regiones que menos paro registran en esos 27 Estados europeos, en las que sí figuran cinco zonas de Portugal (Centro, Norte, Algarve, Azores y Madeira), así como media docena de regiones de países candidatos como Hungría, República Checa, Chipre o Rumania. Asimismo, Cataluña es la única comunidad española incluida en el puesto número 40º de las zonas con más altas tasas de empleo de la futura UE (71,6% frente al 8,8% de paro). Ese listado está encabezado por Aland (Finlandia), donde la tasa de empleo es del 80,7% frente a una de desempleo del 1,3%.
Fondos estructurales
Ese tipo de datos son los que algunos países como España desean que se tengan en cuenta a la hora de designar las regiones con derecho a percibir los fondos estructurales o regionales, de los que España recibirá unos 42.000 millones de euros en el periodo 2000-2006 para 11 regiones. En 2006, la UE tendrá que pactar el nuevo reparto de fondos para el periodo 2007-2013.
Hoy, son las regiones cuya renta media por habitante no supera el 75% de la media europea las que son consideradas "objetivo 1" a la hora de acceder a esos fondos. Pero, con la entrada en la UE de países menos favorecidos, las únicas regiones que con toda seguridad no alcanzarán ese porcentaje serán Andalucía y Extremadura. Las otras autonomías que hoy son "objetivo 1" o bien superarían ese techo incluso si no hubiera ampliación, como Valencia (94,1% en 2005), Castilla y León (86,4%) o Asturias (83,6%), o lo harán por el llamado "efecto estadístico" derivado de la entrada de países menos desarrollados, como es el caso de Ceuta y Melilla (81,4%), Murcia (80,9%), Castilla-La Mancha (80,7%) y, casi con seguridad, también Galicia, según los datos manejados por las propias autoridades españolas. Ese efecto estadístico hará bajar la renta media europea en un 13% a partir de mayo del año que viene, cuando entren 10 países más en la Unión.
Gracias a esos fondos estructurales, el PIB español en el periodo 2000-2006 será un 1,1% superior al que registraría sin esas ayudas, según el informe de la Comisión, quien asegura que cada euro de esos fondos hace creer el PIB en 1,33 euros. Por eso, el Gobierno español, como otros afectados por la ampliación en ese terreno, intenta que la UE introduzca mecanismos para paliar las consecuencias de la entrada de los nuevos socios.
La opción que cuenta con menores resistencias consiste en aplicar un sistema de reducción progresiva de fondos (phasing out) para las regiones que superen ese porcentaje del 75%, si bien se aplicaría de forma "más generosa" para las zonas eliminadas sólo por el efecto estadístico. Algunos países prefieren elevar ese techo del 75% de la renta media para considerar "objetivo 1" a una región. Otros apuestan por combinar el criterio de la renta media con las tasas de empleo y desempleo, la productividad o la disminución de población. Todos estos conceptos, pero especialmente el del empleo y paro, beneficiarían las tesis españolas.
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