_
_
_
_
Entrevista:JAN ULLRICH | Ciclista | CICLISMO

"Quiero retirarme en la cima"

Carlos Arribas

Jan Ullrich (Rostock, antigua República Democrática de Alemania; 3 de diciembre de 1973) ha pasado un 2002 negro. Se ha sometido a dos operaciones de rodilla. Ha sido detenido y multado por conducir ebrio. Ha dado positivo por unas anfetaminas tomadas para salir de juerga. Ha terminado rompiendo con el Telekom, su equipo de toda la vida, y fichando por el Coast, al que le ha acompañado Rudy Pevenage, que le dirigió en el Telekom. Ha dejado también su casa en Alemania y se ha ido a Suiza.En Gandia (Valencia) prepara su reaparición.

Pregunta. Ha pasado un año horroroso. ¿Cómo llegó a ese agujero?

Respuesta. Sin duda fue por culpa de la rodilla. Yo estaba bloqueado. No podía hacer lo que me gustaba, correr en bicicleta. Y dispuse de mucho tiempo libre. Estaba en casa y ocupaba mi tiempo en otras cosas. Me sobraba tiempo, estaba bloqueado, insatisfecho, no podía alcanzar mis metas. Y entonces se cometen errores. Pero con el tiempo y la segunda operación todo vuelve a ser posible.

"El año pasado no corrí por culpa de la rodilla. Me sobraba el tiempo. Por eso cometí errores"
"Ahora debo empezar desde abajo. Quizá se me subestime. Eso es bueno para intentar un regreso"

P. A los 22 años, en 1996, usted quedó segundo en el Tour tras su compañero Riis. En 1997 ganó la carrera francesa. Se dijo entonces que Indurain ya tenía heredero, que usted podría ganar tantos Tours como quisiera. Sin embargo, sólo consiguió tres segundos puestos más. ¿Tiene algún sentimiento de frustración?

R. La historia se puede ver también de otra manera. Uno se alegra también de los buenos segundos puestos. Claro que siempre quiero ganar, pero con el Tour podría decir que las cosas también pudieron ser peores que quedar segundo. Sin duda, podría haberlo ganado una vez más, pero cometí errores, como en el 98, cuando comí y bebí demasiado poco en una etapa . Pero, por lo demás, estoy satisfecho.

P. En 2001, de no haber tenido los problemas de peso y de preparación que tuvo, ¿podría haber dado batalla a Armstrong? ¿No se le permitió entre todos ser el gran jefe del ciclismo mundial?

R. Bueno... En los últimos cuatro años ha sido sin duda el mejor. Fue una pena, pero ahora hay nuevas posibilidades: estoy convencido de que este año será diferente. Por entonces yo no estaba convencido de dar el ciento por ciento cada día. Había muchas semanas en que daba el ciento por ciento, pero en el invierno sólo daba el 80%. Y Lance fue envejeciendo, y antes de que él regresara tampoco era el que es hoy. Sólo cuando volvió a la competición, con la experiencia, hizo las cosas bien. Así que creo que, tras los errores de la última temporada, puedo llegar ahora bien alto.

P. ¿Puede decirse que así como hubo un Armstrong, parte II de éxito lo mismo puede suceder con Ullrich, parte II?

R. Sí. Antes pensaba que era joven y que tenía mucho tiempo para ganar varias veces el Tour. Ahora pienso que me queda poco tiempo. He envejecido, y en los próximos tres años tendré que ganar el Tour.

P. ¿Se siente capaz de frenar a Armstrong, de crear su propia leyenda?

R. Para mí nunca fue importante ganar tantos Tours como fuera posible. Lo importante para mí es andar en bicicleta y tener la oportunidad de regresar a la cima mundial explotando al ciento por ciento mi talento. Nunca fue importante para mí ganar cinco o seis veces el Tour. Lo gané una vez y quiero ganarlo otra más. Y si lo logro estaré más que feliz. Pero no soy un caníbal que quiere más, y más, y más... No soy eso. Hay otras metas...

P. ¿Cuáles?

R. Por ejemplo, el Giro. O nuevamente la Vuelta. O ser campeón mundial otra vez... Hay tantas metas, tantas carreras hermosas y grandes que aún no he ganado... El Giro es muy importante para mí porque quiero ganar las tres grandes. Quizá los Juegos Olímpicos otra vez... Pero lo primero es llegar a lo más alto en el Tour. Después, ya veré. No todos los años Tour, Tour y Tour.

P. Cuando ganó el Tour, en 1997, el ciclismo vivió un boom en Alemania con inversiones, equipos nuevos, la creación de la Vuelta a Alemania... ¿No fue quizá demasiada presión para usted?

R. Necesito presión para ser bueno. El problema fue que ya no tenía tranquilidad para entrenarme. Sin duda, es más difícil volver a tener éxito que pasar como en el 97 del segundo al primer puesto. Ahora tengo muchas obligaciones paralelas. Antes sólo era un deportista. Podía prepararme con tranquilidad. Nadie quería saber lo que yo hacía. Eso es lo más difícil: mi popularidad en Alemania se volvió extremadamente grande hasta amenazar mi rendimiento deportivo.

P. Todo parece estar un poco más tranquilo ahora. ¿Son las condiciones ideales para volver a la cima?

R. Sin duda. En Alemania llegué a adquirir un estatus insuperable. Y ahora debo empezar desde bien abajo... Quizá se me subestime ahora. Eso es bueno para intentar un regreso.

P. Al ir al Coast se ha llevado con usted a Pevenage, al entrenador Peter Beker, a su gente de siempre. ¿No era quizá el momento para decirse 'en soledad maduré y en soledad puedo hacer lo que me propongo'?

R. Puedo, puedo hacerlo solo. Cambié mucho, pero no quería cambiar todo. Quise mantener lo bueno. Rudy es más que bueno para mí. También mi viejo entrenador, Peter Becker. Por eso me llevé a esa gente. Lo que quise cambiar es lo que no me gustaba.

P. Los kilos de más han sido su constante todos los inviernos pasados. ¿Pesa hoy lo mismo que otros años a estas alturas de la temporada?

R. Este año no se puede comparar con ningún otro. Estoy bien de peso, pero muy lejos de la forma que debería tener. Me faltan kilómetros. Llevaré sólo unos 1.500.

P. En 1999 salió de una grave crisis y de una lesión, que le impidió correr el Tour, ganando la Vuelta. ¿Cree usted que algo así podría pasar también este año?

R. Este año debo ser muy sensato. Otras veces empecé demasiado pronto a cargar la rodilla, pero este año quiero ir lentamente para estar bien para el futuro. La Vuelta, en otoño, es sin duda una meta si logro regresar a la élite mundial. Pero nunca estuve un año totalmente fuera. Nunca viví esa experiencia. No sé cómo de rápido podré regresar, pero estoy convencido de que la pausa no fue mala. El cuerpo se regeneró. Estoy de vuelta fresco, lleno de fuerza. Pero debo ir lentamente.

P. ¿Es mejor mantener un perfil bajo, evitar generar excesivas expectativas?

R. Sin duda. Quiero ser realista. Pasar de cero a luchar con los mejores y ganar la Vuelta y el Tour sólo es algo que puede lograrse si se está perfecto. Y eso es algo que veo improbable este año.

P. ¿Irse a Suiza es un intento de cortar con el ambiente de Alemania?

R. Buscaba más tranquilidad, quería estar en casa y no dejarme desviar de mis objetivos. En Alemania tengo todos los días fans apostados frente a mi casa o pidiéndome autógrafos. Es muy bonito, pero cuando son tantos ya no se puede trabajar al ciento por ciento, sino que se da el 90% y el 10% restante se gasta en energía fuera de los entrenamientos. Ya no quería eso. Suiza es muy discreta y reservada. Creo que eso es bueno.

P. Pevenage cree que usted no seguirá de ciclista hasta los 35 años. Cree que, si lograse volver a lo más alto, podría ganar el Tour y decir adiós.

R. Puedo imaginarme algo así. Sí, creo que tres años son un tiempo bastante amplio. No puedo predecir qué sucederá en tres años, pero es el lapso exacto para que pueda regresar a lo más alto. Debería ser una progresión ascendente y tres años es el tiempo que me propuse para dar el ciento por ciento de mí. Luego veré. Sólo puedo perder tras haber llegado a la cima.

P. Y si todo funciona a la perfección, si alcanza sus metas en esos tres años, podría decir: 'Esto es todo, muchachos'.

R. Sí, exactamente. Saber que pude regresar y ganar otra vez sería suficiente para mí. Quiero retirarme en la cima.

P. ¿Le gusta ser ciclista? Por qué?

R. Es un muy hermoso trabajo. Se trata de uno de los deportes más difíciles. Se necesita talento, fuerza, capacidad de superación. Nunca se puede claudicar. Eso es bueno para la vida. Lo que veo de fantástico en el ciclismo es que con el entrenamiento adecuado se puede llevar al cuerpo a niveles de rendimiento increíbles. Cuando uno empieza una temporada se dice a sí mismo 'hasta ahí no voy a llegar' y con mucho, mucho, entrenamiento y cabeza se puede convertir al cuerpo en casi una máquina... No una máquina, pero llevarlo a un nivel tan alto que parece imposible estar ahí. Eso es fantástico.

P. En todo este largo tiempo en el que no compitió, ¿pudo analizar el ciclismo con detenimiento, pensar sobre la salud de su deporte y lo que se puede mejorar?

R. Claro que lo analicé. Y fue muy raro para mí. Vi mucho ciclismo por televisión: el Tour. No había vivido eso. Y creo que estar como espectador allí es sencillamente un placer. Puedo entender a los fans. Cuando uno es profesional, no entiende por qué tanto entusiasmo, pero cuando lo ves lo entiendes. Creo que el ciclismo vive una pequeña crisis, pero eso tiene que ver con la economía mundial. Sigue siendo un deporte maravilloso.

P. Eso significa que las sensaciones en 2003 serán muy diferentes.

R. Sí, exactamente. Ahora comprendo por qué se ve con tanto placer el ciclismo. Porque este año yo mismo lo hice. Pese a que yo mismo soy un profesional, se me ponía la piel de gallina cuando veía una carrera muy disputada. Amo este deporte y por eso me alegro de estar nuevamente aquí.

Jan Ullrich, en la playa de Gandia, con el nuevo maillot del Coast.
Jan Ullrich, en la playa de Gandia, con el nuevo maillot del Coast.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_