Una universidad más cercana a la Europa de 2010 y más medios para crear mejores alumnos

El actual rector de la Universidad Miguel Hernández, Jesús Rodríguez Marín (Alicante, 1943), dispone de una dilatada experiencia en la gestión de centros universitarios. Rodríguez Marín ocupó los cargos de secretario general de la Universidad de Valencia desde 1977 hasta 1979, y el mismo puesto en la de Alicante entre 1980 y 1981. El rector y ahora candidato único a repetir en el cargo, catedrático de Psicología de la Salud con premio extraordinario de licenciatura y doctorado, también fue director del Centro de Psicología Aplicada en la Universidad de Alicante y máximo responsable del Departamento de Psicología de la Salud en la Facultad de Medicina entre 1985 y 1997. Su abandono de la universidad alicantina se debió a la creación de la segunda universidad pública de la provincia de Alicante. Rodríguez Marín, que se define como cofundador de la Universidad Miguel Hernández, ocupa desde entonces el cargo de rector.

El actual rector presenta un proyecto para culminar su modelo de Universidad

Su intención al presentarse a la reelección como rector es "acabar" junto a su equipo lo que empezaron "hace siete años". Pretende hacer una universidad de futuro, que tiene como meta el horizonte de 2010, la fecha para poner en marcha el Espacio Europeo de la Educación Superior. Adelantarse a las propuestas europeas supone establecer el sistema de créditos europeos e introducir el suplemento al diploma. La Miguel Hernández, según Rodríguez Marín, establecerá títulos conjuntos con otras univesidades europeas y creará programas de potenciación de idiomas. Proyectos que se suman a la creación de la Oficina de Cooperación al Desarrollo, que ya está en marcha, junto al programa de Ayuda a la Integración de Estudiantes Inmigrantes.

Esta vocación internacional también se plasma en el impulso a proyectos de investigación que desarrolla la Miguel Hernández. La investigación, objetivo prioritario para Rodríguez Marín, está considerada como fuente primordial de ingresos necesarios para una mayor autofinanciación.

Dinero que es necesario para completar una amplia gama de promesas al alumno y al trabajador. El rector promete que trabajará en la creación de un programa de alojamiento para universitarios en cada uno de los cuatro campus de la Miguel Hernández, doblará esfuerzos en disponer de mejores instalaciones en bibliotecas y en acercar las nuevas tecnologías al alumno. Rodríguez Marín ampliará el número de carreras, con la creación de la Facultad de Farmacia, y establecerá métodos para obtener una doble titulación.

El principal objetivo es conseguir una rápida inserción laboral y social del alumno de la Miguel Hernández, gracias a que "su título sea el de un centro de prestigio".

El programa tampoco olvida al personal docente y administrativo. La mejora de las condiciones de trabajo es vital para el candidato oficial. Más estabilidad laboral y más remuneración son alguna de sus promesas. La idea: formar el mejor equipo humano y profesional para crear los mejores universitarios de este siglo.

Rodríguez Marín ha asegurado que continuará con su actual equipo, que hará algún "ajuste", y que creará un nuevo vicerrectorado cuando logre revalidar el cargo de rector-presidente que actualmente ostenta.