"Al empresario se le ha hecho responsable de un problema migratorio"

José Manuel Romero, de 56 años, es protésico dental. Desde hace dos años es presidente de Freshuelva.

Pregunta. Le acusaron de xenófobo por decir que el empresario prefiere a los trabajadores de Europa del Este.

Respuesta. No soy racista y lo he demostrado. Yo creo que a los empresarios freseros, a los que estoy obligado a defender por razón de mi cargo, se nos ha hecho muchas veces responsables de un problema migratorio del que no tenemos la culpa. Debemos entender que un empresario tenga libertad en el mundo laboral para escoger a la persona que considere que le puede resolver la papeleta, que consiste en recoger un producto que o lo recolectas hoy o mañana tiene menos valor y pasado no tiene ninguno. En eses contexto formulé aquellas manifestaciones. El empresario de la fresa no elige al trabajador ni por su raza ni por su color, sino que contrata al que es capaz de venir aquí desde febrero hasta junio, es decir, de permanecer toda la campaña. Aquí llegaron muchos inmigrantes en condición irregular que no podíamos contratar de ningún modo. Además, no entiendo que para ser empresario de la fresa alguien nos tenga que imponer a quienes debemos contratar y a quién no.

P. También se le acusó de promover el exceso de mano de obra.

R. Eso es falso. No niego que pueda haber algún empresario que tenga la tentación de contratar trabajadores que estén en situación irregular. Desde Freshuelva, jamás defenderemos a esos empresarios. Pero hay cosas que no me caben en la cabeza. No puede haber 2.000 trabajadores españoles en enero diciendo que quieren trabajar y el día uno de marzo, con el actual sistema de peonadas, digan que no les interesa seguir en el tajo. Dejan entonces al empresario en una situación de indefensión. Y no puede ser que en la provincia de Huelva, en un momento determinado, se presenten 3.000 extranjeros a los que nadie ha llamado. Cuando alguien se presenta en la puerta de una empresa y dice "yo quiero trabajar" es como si yo digo mañana, "yo quiero fichar por el Real Madrid". Pues no puedo. Es lo mismo. Y los que vienen y se meten debajo de un tubo, inmediatamente los periodistas dicen que el mundo de la fresa es responsable de que esos extranjeros estén debajo de un tubo, que hay problemas de inmigración. Yo no he llamado a nadie. Freshuelva ha pedido 4.000 trabajadores que van a venir, en su mayoría, desde países del Este, y les tenemos preparado el alojamiento. Todo está en perfecto estado de revista.

P. Criticó que los freseros tengan que ser empresarios y hoteleros.

R. Pues claro, yo no conozco a nadie en este país que contrate y que al mismo tiempo garantice la vivienda al trabajador. El empresario de la fresa tiene que ir a por el trabajador a su país de origen, le tiene que pagar el desplazamiento, el alojamiento y, además, cuando ha terminado la campaña, mete al trabajador en un autobús y lo deja otra vez en su casa. Y encima somos la bestia negra y los xenófobos.

P. ¿Acusa a los partidos de escudarse en lo políticamente correcto?

R. Los políticos han hecho de esto un asunto partidista. Hay alcaldes que lo han hecho muy bien y alcaldes que se han inhibido. El alcalde de Cartaya, Juan Antonio Millán Jaldón (PSOE), por ejemplo, ha tenido una actuación espectacular, extraordinaria, en defensa de los intereses de su pueblo. Y el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Huelva, Juan Ceada, ha conseguido que nos sentemos todos en una mesa, incluido el Gobierno central y los sindicatos, y de ahí han surgido importantes soluciones para el devenir de las futuras campañas freseras. Yo tengo la esperanza de que este año todo vaya bien.

P. ¿Es aún la fresa un buen negocio?

R. Lo fue, sobre todo, en los años ochenta. Muchos nos apuntamos a este carro. Pero poco a poco se han acortado las diferencias, porque cada vez tenemos más competencia en el mundo y en la misma España. La fresa ha evolucionado hasta convertirse en una actividad que para que resulte rentable hay que ser un buen profesional y hacer las cosas bien. Los buenos profesionales siguen teniendo en la fresa un negocio competitivo.

P. ¿Cómo son las relaciones con la Federación Onubense de Empresarios (FOE)?

R. Nosotros pertenecemos a la FOE porque así lo decidió un día una Junta Directiva. No tenemos por qué estar ni por qué no estar. Pero estamos. Las relaciones son una veces mejores y otras peores y no oculto que hay puntos de fricción en los que no quiero entrar.