Obesos defensas con mal sueño
Las derivaciones de una Super Bowl son incalculables. Y trascienden en muchos aspectos, los económicos y los sociales, de lo deportivo. El encuentro es normalmente el acontecimiento televisivo del año y las principales empresas pujan con millones de dólares por encontrar un hueco en la codiciada parrilla de anunciantes, que compiten a su vez con los spots más trabajados y de estreno.
Los cantantes más relevantes lanzan sus nuevos éxitos y los amigotes se juntan en sus casas para ver el festejo y atiborrarse de cerveza y de un típico y suculento menú norteamericano. Se consume más comida incluso que el Día de acción de gracias. Los vuelos en la zona de San Diego (California), donde se han concentrado más de 4.000 efectivos de seguridad, se suspenden. Se organizan fastuosas fiestas y algunos negocios, como la prostitución, viven su semana más grande.
Al otro lado de esa Super Bowl están los jugadores de los Raiders de Oakland (California) y los Buccaneers de Tampa Bay (Florida), concentrados en San Diego desde hace una semana. Escrutados desde todos los ángulos.
Esta semana, por ejemplo, el New England Journal of Medicine publica un informe en el que se confirman importantes trastornos en la salud de muchos jugadores. Especialmente de los defensas, que alcanzan unos tamaños descomunales, muchas veces forzados por su misión en la cancha.
El primer síntoma detectado tiene que ver con los problemas para dormir bien. Los investigadores, encabezados por Charles F. P. George, experto de la Universidad del Oeste de Ontario, estudiaron los casos de 52 voluntarios de ocho equipos de la NFL. Cada uno pasó una noche entera en un laboratorio en el que se les grabó en un vídeo que registró el número de veces que veían interrumpido su sueño por dificultades para respirar. El 14% del grupo tuvo 10 o más episodios por hora en los que sufrían pequeñas paradas.
Los jugadores defensivos, con grandes pescuezos, los más obesos -muchos pasan de los 140 kilos-, elevaron ese porcentaje hasta el 85%. Hay 330 que sobrepasan esa cota ahora mismo y están muy vigilados porque hace unos años se registró inclusó algún fallecimiento. El número de ciudadanos en general que padecen estos síntomas apenas supera el 4%, normalmente hombres con una edad media y costumbres sedentarias.
El diagnóstico de este mal del sueño se completa con problemas de insomnio y fuertes ronquidos y no tiene una fácil solución, al margen de la temida cirugía.
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