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El grupo Arcelor anuncia el cierre de sus altos hornos situados lejos de las costas

Gabriela Cañas

La empresa europea Arcelor (resultado de la fusión de la española Aceralia, la francesa Usinor y la luxemburguesa Arbed), líder de la siderurgia mundial, iniciará un amplio plan de reconversión que incluye la eliminación de inversiones en sus instalaciones ubicadas lejos de las costas. Tal decisión, anunciada ayer, supondrá el cierre de algunos altos hornos en un plazo de entre cuatro y siete años. Aunque Arcelor no citó expresamente las fábricas afectadas, la prensa belga da por segura la muerte de las instalaciones de Cockerill (Bélgica), Florange (Francia), Ekostahl y Bremen (Alemania).

La noticia, aunque esperada, cayó como un jarro de agua fría entre los trabajadores y sindicalistas y también entre los políticos belgas. El gobierno de la región valona, con el 4,2% del accionariado, aseguró que denunciará la decisión ante la justicia.

Arcelor, una empresa que emplea a 106.000 personas (16.000 de ellas en España) y disfruta de una cifra de negocios de 27.000 millones de euros, sufre dificultades prácticamente desde que en 2001 se materializó la fusión de las firmas europeas antes señaladas. La decisión tomada ayer por su consejo de administración es el resultado de los diversos estudios acometidos por la empresa y que hablan de una ausencia de rentabilidad de los altos hornos continentales frente a los del litoral, como es el de Avilés, dado su más fácil acceso por vía marítima.

El consejo de administración se reunió ayer en la sede central de la compañía, situada en Luxemburgo, donde casi 200 manifestantes protestaban por el plan de reestructuración. "Sin embargo, Arcelor tiene una larga tradición en el diálogo social y por eso se anuncia con tiempo una reestructuración que puede tener un impacto en el empleo", dijo un portavoz oficial. La prensa belga calcula que 2.000 empleos directos y 5.000 indirectos están en peligro. "Habrá negociación social", insistió el director general Guy Dollé ante los micrófonos de la radio pública RTBF.

Arcelor asegura que necesita concentrar su producción en las instalaciones más rentables: el acero plano (muy utilizado para la fabricación de automóviles y de electrodomésticos). De forma paralela, Arcelor decidió también invertir 230 millones de euros en una nueva acería en la ciudad belga de Charleroi, a pesar de estar en el interior, porque en este caso se trata de ampliar la línea de acero inoxidable, utilizado fundamentalmente para la industria alimentaria (envases sobre todo).

En la Bolsa de Madrid, donde la CNMV suspendió la cotización de los títulos de Arcelor durante 15 minutos, éstos terminaron la jornada con una pérdida del 2,5%, según informa Efe.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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