La policía busca a la hija de un médico que desapareció el martes en Las Rozas
Los investigadores sospechan que la mujer, de 26 años, ha sido secuestrada
Agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía buscan desde el mediodía del martes a C. R. A., de 29 años, hija de un médico de la capital, que desapareció en Las Rozas. La mujer sacó de una sucursal bancaria del municipio roceño 2.000 euros y dejó aparcado su coche, un Lancia Bianchi, en una calle cercana a la estación de Renfe y a la caja de ahorros. Desde entonces, sus familiares y amigos no han recibido ninguna noticia suya. El bolso de la mujer fue hallado por un transeúnte en la estación de Chamartín. Le faltaban los objetos personales como la cartera y el teléfono móvil. La policía está desconcertada, aunque no descarta que se trate de un secuestro.
La historia de esta extraña desaparición comienza a las once de la mañana del pasado martes, cuando la mujer acudió a la sucursal de Caja España de Las Rozas, situada en la calle Real, número 37, para cobrar un cheque por valor de 2.000 euros. Las imágenes grabadas en la sucursal bancaria demuestran que C. R. A. acudió acompañada de un hombre. Desde entonces no se han tenido noticias de ella.
La voz de alarma surge cuando el bolso de la mujer es entregado por un viandante en el departamento de objetos perdidos de la estación de Chamartín sobre la una de la tarde del martes. Los trabajadores de Renfe se ponen en contacto con la madre de la mujer, al ver que dentro del bolso hay una documentación a nombre de aquélla. Según fuentes de la investigación, la madre llamó reiteradamente al teléfono móvil de la desaparecida, sin obtener respuesta. Después la llamó a la oficina y tampoco halló contestación. La última alternativa que tomó la progenitora fue telefonear al novio de la mujer, que desconocía a esas horas el paradero de su prometida. En el bolso faltaban objetos personales de la desaparecida como un ordenador portátil pequeño, su teléfono móvil y parte de su documentación personal.
Coche abierto
La madre se dirigió a una comisaría de la capital y denunció su desaparición. Lo mismo hizo el novio en la casa cuartel de la Guardia Civil de Las Rozas. Ahí empieza el trabajo policial. El coche de la mujer, un Lancia Bianchi, fue encontrado por la tarde por unos amigos suyos en una calle próxima a la estación de Renfe de Las Rozas y a la sucursal bancaria de la que sacó dinero. Según fuentes policiales, el coche estaba abierto y bastante sucio. Agentes de Policía Judicial del instituto armado inspeccionaron el vehículo y no hallaron nada sospechoso en su interior. En principio y pendiente de un análisis más detallado, no encontraron ninguna huella perteneciente a personas ajenas al círculo más íntimo de la desaparecida.
La mujer, ingeniero informático de profesión, dirige una pequeña empresa de informática de su propiedad. C. R. A. tiene previsto casarse en los próximos meses.
La Jefatura Superior de Policía de Madrid, a cuyo frente está Juan Bautista Zurera, y la Comandancia de la Guardia Civil han montado un dispositivo conjunto para intentar encontrar a la mujer. Ayer se reunieron más de tres horas para diseñar las labores de búsqueda. De momento, los policías de los grupos especializados en robos a bancos y con fuerza, secuestros y homicidios mantienen abiertas todas las hipótesis, ya que inicialmente descartan que la mujer haya abandonado voluntariamente la casa en la que vive con su novio. Otra posibilidad es que C. R. A. haya sufrido algún tipo de laguna mental y que esté desorientada.
"El secuestro, de momento, no está confirmado ya que la familia no ha recibido ninguna llamada exigiendo dinero o diciendo que tiene retenida a la mujer. Pero esto podría ocurrir en cualquier momento", señalaron fuentes de la investigación.
Los agentes estuvieron controlando la noche del martes al miércoles el vehículo de la desaparecida por si ésta regresaba o por si algún individuo se acercaba a recoger el turismo. Esta espera no dio ningún resultado.
Delgada, de pelo moreno
Los investigadores difundieron a mediodía de ayer un correo electrónico a las comisarías de policía y a los cuarteles de la Guardia Civil de la región con la descripción de C. R. A.: una mujer delgada, de 1,65 metros de estatura, con el pelo largo y de piel blanca. El día de la desaparición vestía unos pantalones marrones, jersey, chaquetón, bufanda y zapatos oscuros. La policía se refiere en ese correo electrónico a la "desaparición de una mujer", sin dar más detalles.
"La familia nos ha pedido mucha discreción y de momento su fotografía no ha sido distribuida más que en círculos policiales. Si la desaparición se retrasa, la repartiremos por todo el territorio español e incluso por Interpol", señaló ayer un mando policial. Éstos han dado máxima prioridad al caso.
Los agentes encargados del caso han tomado declaración a los familiares y amigos de la desaparecida. Éstos han señalado en todos los casos que la mujer no tenía problemas o, cuando menos, no se los había comunicado a sus allegados. "Creemos que la mujer dejó aparcado el coche en Las Rozas y cogió un tren de cercanías hasta la estación de Chamartín. Lo que tratamos de averiguar ahora es si ese trayecto lo hizo sola o con alguien, y si éste la amenazó", concluían fuentes de la investigación.
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