Charles Lingo, el jubilado que derrotó a Microsoft
No devolver 90 euros le ha costado 1.100 millones.
En 1998, el jubilado Charles Lingo entró en una tienda informática de San José para comprar un portátil. En el precio del ordenador iba incluido el sistema operativo Windows.
Lingo le pidió al vendedor que le descontara el precio del sistema operativo de Microsoft porque había jurado no usar nunca un producto de esta marca tras las malas experiencias que había tenido con Windows 3.1. El tendero le dijo que el ordenador iba con ese software.
Lingo se marchó con el ordenador, pero sin rebaja. El jubilado, un antiguo técnico de mantenimiento de hospital, jamás había sido un activista de nada, pero por aquellos días el movimiento Linux celebró la Refund Day, el Día de la Devolución, y Lingo fue una de las escasas 60 personas que se manifestaron. Después, Lingo llamó al abogado Eugene Crew para intentar presentar una querella contra Microsoft. Crew pertenecía a un bufete especializado en pleitos antimonopolios, pero no en litigios populares. El abogado fue reuniendo quejas de californianos que habían comprado software de Microsoft entre 1995 y 2001.
En febrero de 1999 Crew presentó la demanda contra Microsoft, por denegar al consumidor el derecho a la libre elección, a la competencia de los precios y a los beneficios de la innovación en software. En los tres años de juzgados, el bufete empleó 16 millones de dólares, pero el abogado Crew y el jubilado Lingo pueden vanagloriarse de ser los primeros en ganar a Microsoft una demanda popular. La empresa ha tenido que reconocer sus prácticas contra la libre competencia y tendrá que regalar vales por valor de 1.100 millones de euros en material informático. Dos tercios de la cantidad que no se reclame irá a escuelas pobres; el resto volverá a Microsoft que, además, confía en que muchos vales se empleen en comprar productos suyos. Un consuelo, antes de que otras demandas similares se vean en otros 14 estados de la Unión. "Yo simplemente quiero que me devuelvan el dinero", declaró Lingo en 1998. "No quiero pagar por cosas que no he pedido. Me siento extorsionado por Microsoft".
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